Se realizó el Vía Crucis Viviente en las Ruinas Jesuíticas de Loreto.


La vía procesional de Loreto, fue como en años anteriores, el lugar donde los feligreses se congregaron para seguir de cerca el Vía Crucis. Los presentes, recorrieron el predio y recordaron cada etapa del sufrimiento de Jesús, durante la noche que fue entregado, juzgado, y el día que fue azotado y crucificado.

 

En este contexto, el Obispo de la Diócesis de Posadas, Monseñor Juan Rubén Martínez comentó que “Estamos celebrando el Viernes Santo y es un día tan fundamental para los cristianos, y para la fe de todos nosotros”.

Seguidamente el Obispo explicó que “Hicimos el Vía Crucis en este lugar que es emblemático, porque hay que pensar que hace 400 años, también las distintas comunidades venían a este mismo recorrido que hicimos hoy; que se pudo recuperar y que son 1500 metros de recorrido del Vía Crucis, que los jóvenes de la Pastoral de la Juventud lo recrearon y que la gente acompañó” agregó.

 

“Queremos agradecer mucho, todos estos signos fuertes que queremos vivir en este Viernes Santo. En donde debemos acompañarlo a Jesús el Señor, que murió por nosotros, por amor para redimirnos; que murió, pero resucitó”, remarcó Monseñor.

 

Respecto a las próximas actividades que se vienen este fin de semana por Semana Santa, Monseñor Martínez adelantó que “Nos quedamos en la expectativa de celebrar mañana en la noche, celebrar la Vigilia Pascual con la misa; en donde estará el cirio en el medio de la oscuridad, con el significado de que Él es la luz y es la Vigilia Pascual, donde nos recuerda al que murió y resucitó”.

 

En relación con la interpretación de los chicos en el Vía Crucis, Monseñor Juan Rubén comentó que “La interpretación fue excelente”. Manifestó que “Lo fueron preparando y lo vivieron con mucha intensidad; se nota que lo prepararon espiritualmente y que, por eso, les salió así”.

 

Además, el Obispo de la Diócesis de Posadas reflexionó que “Esto que celebramos no es solamente algo externo, sino que tenemos que llevarlo a nuestro corazón. Tenemos que cambiar muchas cosas en nosotros, tenemos que morir para vivir con la esperanza, y también, llevarlo esto a nuestros ambientes, a nuestra provincia, a nuestra Patria y ponernos de pie, para poder generar con esperanza una sociedad más linda; con más fuerza, y acompañar tantas situaciones de dolor y también transformarlas en un bien”.

 

Por último, y en relación con la misa que se celebró en Loreto, Monseñor Martínez dijo: “Lo que celebramos es la Pascua, que significa la vida que triunfa sobre la muerte, y esa es nuestra esperanza; que aún en medio de tantas sombras y dolores, estamos de pie y con esperanza para transformar nuestra realidad y hacerla mejor”, concluyó.

 


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