“El Instituto Nuestra Señora de Luján nació del corazón de la comunidad y hoy es un proyecto que crece con esperanza”


El licenciado Fernando Daniel Tur, rector del Instituto Nuestra Señora de Luján de Garupá, visitó los estudios de Radio Tupambaé y compartió la experiencia fundacional de esta institución educativa, surgida del impulso comunitario y con una fuerte identidad parroquial. Hoy, el instituto continúa creciendo con compromiso, fe y una firme vocación educativa en el corazón de Garupá.

Durante su participación en el programa Con un oído en la escuela, emitido el sábado por La Creíble FM 105.9, el rector subrayó que la creación del Instituto Nuestra Señora de Luján responde a un sueño largamente anhelado por la comunidad local, concretado junto al impulso del presbítero Miguel Ángel Moura, párroco de la zona. “Este era un anhelo que ya venía gestándose hace tiempo y que gracias a las gestiones de monseñor Juan Rubén Martínez y del Servicio Provincial de Enseñanza Privada de Misiones (SPEPM), pudo hacerse realidad”, expresó Tur.

La apertura oficial de la institución se dio el lunes 24 de febrero de este año, apenas unos días antes del inicio del ciclo lectivo, y sorprendió con una entusiasta respuesta de la comunidad: “Ese día ya teníamos una fila de padres esperando para inscribir a sus hijos. Fue muy emotivo ver esa respuesta espontánea”, relató. En principio, se proyectaba abrir una sola división de primer año, pero la alta demanda motivó la apertura de una segunda, dando lugar a las comisiones A y B del primer año del ciclo básico secundario.

 La entrevista completa sobre el Instituto Nuestra Señora de Luján

Un proyecto parroquial con fuerte identidad institucional

Tur remarcó que se trata de un instituto parroquial, vinculado estrechamente a la vida de la parroquia y bajo la guía del padre Miguel Ángel Moura, quien oficia como asesor espiritual y acompaña cotidianamente la vida escolar. “Participamos de celebraciones religiosas y, a solo dos meses de comenzar, ya pudimos celebrar nuestra primera fiesta patronal el 8 de mayo. Eso fortalece nuestra identidad y nos une como comunidad educativa”, destacó.

En ese sentido, el rector subrayó que el instituto se forma dentro de los lineamientos de las escuelas dependientes del obispado, lo cual refuerza su cultura institucional: “Estas participaciones no solo nos enriquecen como escuela, sino también como miembros activos de la comunidad”, afirmó.

Crecimiento edilicio y proyecciones

El Instituto funciona en un edificio moderno, ubicado junto al templo parroquial sobre la Avenida Las Américas esquina Eleodoro Ojeda, que ya formaba parte del predio. Sin embargo, la proyección institucional incluye la necesidad de ampliar la infraestructura: “Gracias a la gestión de nuestro representante legal, el Dr. Luis Adolfo Durán, tenemos previstas nuevas construcciones porque este proyecto está llamado a crecer”, señaló.

Actualmente, la institución funciona en turno mañana, pero con vistas al próximo ciclo lectivo ya se prevé duplicar el número de divisiones. “Dios mediante, el año que viene podrían ser cuatro o más. Hay mucho entusiasmo y una clara necesidad de la comunidad”, adelantó.

Compromiso docente y participación comunitaria

Uno de los grandes desafíos fue conformar el plantel docente, proceso que se inició con la difusión de la propuesta educativa desde la parroquia. “Contábamos con una importante cantidad de currículums, muchos de docentes con experiencia en instituciones católicas. Hoy puedo decir con orgullo que el 100% de ellos está comprometido con el proyecto, algunos iniciando su carrera y otros con experiencia, pero todos con muchas ganas de trabajar”, remarcó.

Tur recordó el intenso trabajo previo a la inauguración oficial del 25 de marzo, en el que docentes, directivos y colaboradores pusieron el hombro incluso los fines de semana. “No tuvimos feriados. Desde que empezamos hasta mediados de abril, trabajamos sin parar. Pero todos con alegría y convicción de que este es un proyecto que vale la pena”.

Además, destacó la importancia del personal no docente, reducido pero eficaz: una secretaria, una preceptora y él como rector, conforman el equipo inicial. “Los docentes colaboran más allá de lo pedagógico, y el padre Moura está siempre presente, dándonos el impulso espiritual y humano que necesitamos”, subrayó.

Participación en actos cívicos y vida institucional

El Instituto también está comprometido con las actividades del municipio. Esta semana, participarán en el acto por el aniversario del municipio de Garupá, con un desfile escolar que incluirá a sus alumnos. “Es importante que los chicos sean parte de la vida cívica y cultural de su comunidad”, afirmó Tur.

En el plano académico, informó que se están cerrando los boletines del primer trimestre, en un proceso que incluye evaluaciones, recuperatorios y un seguimiento personalizado a cada estudiante. “Trabajamos con chicos, y eso implica acompañamiento constante. Todo forma parte de la vida institucional”.

Acompañamiento de las familias

Finalmente, el rector celebró el acompañamiento de las familias desde el primer día de clases. “Nos acompañaron al acto inaugural y se pusieron a disposición para colaborar. Sentimos que la comunidad se apropia del proyecto y eso es una enorme motivación para seguir adelante”, destacó con emoción.

Con apenas unos meses de funcionamiento, el Instituto Nuestra Señora de Luján ya se perfila como un espacio de formación integral, sustentado en la fe, el compromiso social y el trabajo comunitario. Un sueño que se hizo realidad y que promete seguir creciendo junto a Garupá.

Nuestro sueño es que la institución crezca, que podamos seguir consolidándonos como referentes en la comunidad: para nuestros alumnos, para las familias, para la parroquia y para todo el municipio. Ese es nuestro deseo: el crecimiento, concluyó Fernando Daniel Tur, reafirmando su vocación de servicio y su mirada esperanzadora hacia el futuro.