Diez estudiantes del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) se consagraron campeones mundiales en la CanSat Competition 2025, el prestigioso certamen internacional organizado por la American Astronautical Society (AAS) con el respaldo de la NASA, Lockheed Martin y Siemens. La competencia, que simula una misión aeroespacial completa, se realizó del 3 al 9 de junio en Virginia, Estados Unidos, y reunió a 40 universidades de todo el mundo.
Por primera vez en la historia del certamen, un equipo latinoamericano alcanzó el primer puesto, superando a instituciones de Estados Unidos, Turquía y México. Los estudiantes argentinos diseñaron, construyeron y lanzaron con éxito un satélite funcional del tamaño de una lata, cumpliendo con precisión una misión simulada de transmisión de datos y medición ambiental durante su descenso desde 700 metros de altura.
“El satélite se lanza a 700 metros, se abre y unas aspas comienzan a girar como un helicóptero. Nosotros usamos una antena direccional que tenemos que ir apuntando a donde va a estar el satélite, y ahí empieza la toma de datos”, explicó antes del evento Thomas Marthi, estudiante de Ingeniería Electrónica del ITBA.
La competencia implicó operar una estación terrestre en tiempo real, registrar video aéreo y analizar variables como temperatura, presión y posición. El desempeño técnico y la presentación del equipo fueron evaluados por expertos de la industria espacial, incluidos ingenieros de la NASA.
Un equipo multidisciplinario y autogestivo
El grupo argentino estuvo compuesto por diez estudiantes de distintas carreras: Ingeniería Mecánica, Electrónica, Industrial, Informática y Bioingeniería. La iniciativa surgió como un proyecto extracurricular y se dividió en subgrupos especializados en estructuras, hardware, software y logística.
“Tenemos un equipo que abunda en creatividad, conocimiento y persistencia”, destacó el líder del grupo, Santiago Bolzicco, estudiante de Ingeniería Industrial.
Varios de los integrantes ya habían participado en ediciones anteriores, donde el ITBA había sido finalista. En 2024, lograron un quinto puesto global. Para esta edición, los representantes fueron seleccionados por sus compañeros y guiados por integrantes de equipos previos.
Excelencia técnica y compromiso
Desde la primera etapa, el equipo argentino demostró excelencia. Obtuvo un 99% de cumplimiento técnico en la entrega inicial, lo que lo posicionó entre los cinco mejores equipos del mundo antes de viajar a Estados Unidos.
Durante la competencia, el satélite diseñado cumplió con todos los requerimientos. La transmisión en tiempo real fue exitosa y los resultados validados por el jurado, lo que llevó al equipo a obtener la máxima puntuación general.
“El dispositivo no entra en órbita, pero transmite datos como temperatura, presión y posición tras ser lanzado”, explicó Daniela Maradei, estudiante de Ingeniería Mecánica, integrante del subgrupo de estructuras y materiales.
Representación nacional y desafíos logísticos
El ITBA fue la única universidad argentina y sudamericana en la edición 2025. La participación implicó un esfuerzo económico y logístico significativo. Mientras el prototipo fue financiado por la universidad, los gastos del viaje fueron autogestionados por los estudiantes con apoyo institucional, de Cancillería y de empresas contactadas a través de Marca País.
“Gran parte del grupo está becado. Sin sponsors sería difícil para varios poder viajar”, señaló Maradei.
Entre los integrantes también se destacó Agustín Martínez Haarth, estudiante de Bioingeniería oriundo de Mendoza, con antecedentes destacados en olimpiadas científicas nacionales.
Un triunfo que proyecta al futuro
El equipo compartió seis meses de trabajo intensivo y vivió una experiencia internacional enriquecedora, estableciendo vínculos con estudiantes de otros países y recibiendo evaluación de alto nivel.
“Quienes nos evaluaron tienen cargos importantes en proyectos de la NASA. Fue un honor ser analizados por personas de ese nivel”, valoró Maradei.
El triunfo en Virginia no solo representa un hito para los estudiantes, sino también una muestra del potencial formativo de las universidades argentinas en áreas estratégicas como la aeroespacial. El ITBA consolida así su presencia en el escenario tecnológico global, apostando a la innovación, la formación colaborativa y la excelencia académica.