Crisis presupuestaria obliga a reducir becas de comedor en universidades de la UNaM


En respuesta al congelamiento del presupuesto nacional para las universidades, varias facultades de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) han tomado medidas drásticas para enfrentar la crisis financiera, incluyendo la implementación de becas parciales en los comedores universitarios.

Las facultades de Ingeniería y Arte y Diseño en Oberá, junto con la Facultad de Ciencias Forestales en Eldorado, han comenzado a operar sus comedores con un sistema de becas totales y parciales, según reveló Fabián Romero, decano de Ciencias Forestales de Eldorado.

En este sistema, aquellos estudiantes con becas parciales deben abonar 1.250 pesos por bandeja de comida, una tarifa que, según el decano, no cubre los costos totales de operación del comedor, incluyendo insumos, gas, electricidad y personal.

Romero reconoció la dificultad que esto representa para algunas familias, pero afirmó que es la única forma de mantener en funcionamiento el comedor y garantizar que los estudiantes no se queden sin alimentación.

La crisis financiera también se refleja en la disminución de preinscriptos, con solo el 40% de los preinscriptos asistiendo a las clases en comparación con el 60% de años anteriores. Además, el número de becas de comedor ha disminuido drásticamente, de 250 a solo 120, debido al presupuesto congelado.

En la Facultad de Ingeniería de Oberá, María Dekun, decana de la institución, explicó que están trabajando con un sistema similar de becas totales y parciales, donde los estudiantes deben abonar el 50% del costo de la bandeja de comida, es decir, 1.200 pesos.

Dekun subrayó que esta medida se tomó para mantener la cobertura total de becas para los casos más críticos, aunque el número total de becas ha disminuido de 400 a 100 debido a la difícil situación financiera.

En medio de esta crisis, las facultades están evaluando cada caso para garantizar que ningún estudiante se vea obligado a abandonar sus estudios universitarios por problemas económicos, mientras luchan por mantener la operatividad básica de los comedores y otras funciones esenciales de la universidad. Primera Edición