Hoy, 7 de junio, celebramos en Argentina el Día del Periodista, conmemorando la fundación de La Gazeta de Buenos Ayres en 1810 por Mariano Moreno. Este periódico, creado para informar sobre los actos oficiales y las noticias locales e internacionales, marcó el inicio de la prensa nacional y fue fundamental en la difusión de las ideas de la Revolución de Mayo.
En la actualidad, la profesión periodística enfrenta desafíos significativos. La inmediatez de las redes sociales y la presión por obtener «me gusta» y viralidad pueden desviar la atención de la búsqueda de la verdad y el compromiso con la información veraz. El filósofo surcoreano Byung-Chul Han advierte sobre esta tendencia en su obra La crisis de la narración, donde señala que «contar historias es venderlas», refiriéndose al uso del storytelling como una herramienta de consumo más que de conexión humana. Han argumenta que esta práctica transforma la narración en una herramienta del capitalismo, propagándose en medio de la desorientación y la falta de sentido característicos de la sociedad de la información.
Frente a este panorama, es esencial que los periodistas se conviertan en sembradores de esperanza. Esto implica contar historias que no solo informen, sino que también inspiren y promuevan la empatía y la solidaridad. En lugar de centrarse únicamente en la viralidad o el impacto inmediato, el periodismo debe aspirar a construir narrativas que fortalezcan el tejido social y fomenten una comprensión más profunda de la realidad.
En este Día del Periodista, reafirmemos el compromiso con una comunicación que priorice la verdad y el bienestar común. Que cada historia contada sea una semilla de esperanza, contribuyendo a una sociedad más justa y cohesionada.