En un contexto de inflación persistente y pérdida del poder adquisitivo, los jubilados afrontan mayores dificultades para sostener sus tratamientos médicos. A los bajos ingresos se suman los aumentos constantes en los precios de los medicamentos y cambios en la política de cobertura del Pami, que restringen el acceso gratuito a fármacos esenciales.
Las condiciones para acceder al beneficio del 100% fueron modificadas, lo que obliga a los afiliados a cumplir nuevos requisitos socioeconómicos y realizar trámites adicionales. Esta situación genera malestar en un sector vulnerable que necesita atención continua y tratamientos sostenidos.
Nuevos requisitos y restricciones
Vania Ilchuk, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Misiones, explicó que las restricciones actuales se profundizaron desde principios de 2025. “Lo que está saliendo ahora es como reavivar algo que ya se venía haciendo. A principios de este año hubo una modificación en el vademécum y el Pami exigió que, para obtener el descuento del 100%, los afiliados debían realizar un trámite online o presencial en la Unidad de Gestión Local (UGL)”, señaló.
Además, indicó que muchos medicamentos dejaron de contar con la cobertura total, salvo aquellos destinados al tratamiento de patologías crónicas. Para acceder al beneficio completo, los jubilados deben demostrar que sus ingresos no superan los 418 mil pesos, que el costo de los medicamentos represente un porcentaje significativo de su sueldo y que no posean bienes como vehículos de menos de diez años ni otra obra social.
“Es un blanqueamiento de todo lo que tienen. Solo aquellos jubilados con ingresos menores pueden acceder al beneficio total”, agregó Ilchuk.
Asimismo, explicó que Pami reconoce hasta cuatro medicamentos sin trámite extra, pero si un afiliado requiere más –lo que es común en pacientes polimedicados–, debe presentar un formulario con evaluación socioeconómica y justificación médica.
Reducción del vademécum y pérdida de cobertura
Recientemente, el vademécum se redujo nuevamente, y fármacos como aspirina (antiagregante plaquetario), betametasona (corticoide), tramadol y metadona (analgésicos fuertes) quedaron fuera de la cobertura total. En estos casos, los afiliados deben gestionar un trámite complementario para obtener el beneficio.
Si bien los medicamentos para hipertensión, diabetes, artritis reumatoidea y enfermedades cardíacas siguen dentro del vademécum, no todos tienen cobertura total. Los fármacos de nueva generación, más costosos, no siempre están contemplados, lo que genera gastos adicionales para los jubilados.
Precio diferenciado en retroceso
Otro factor que agrava la situación es la pérdida del precio diferenciado que beneficiaba a los afiliados. “El afiliado de Pami tenía un precio menor en comparación con el público. Hoy la diferencia es mínima, casi igualando el precio público. Por eso, cuando se aplica el descuento, el costo final para el afiliado sigue siendo alto”, explicó Ilchuk.
Frente a esta situación, muchos jubilados optaron por comprar solo los medicamentos imprescindibles, dejando de lado suplementos como vitaminas, antiinflamatorios o cremas. A medida que más personas completaron los trámites exigidos, algunos lograron recuperar la cobertura total en determinados tratamientos, aunque el aumento de precios sigue afectando sus economías.
“El precio de los medicamentos sigue el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Si el IPC mensual sube un 1,8% o 2,2%, ese mismo porcentaje se aplica al precio de los fármacos. Sin embargo, los sueldos están estancados, lo que agrava la dificultad de acceso”, detalló la presidenta del Colegio de Farmacéuticos.
Además, advirtió que muchos medicamentos fueron reclasificados como de venta libre, lo que implica que dejaron de tener cobertura no solo en Pami, sino en todas las obras sociales. Entre ellos se encuentran los protectores gástricos como pantoprazol, fundamentales para adultos mayores que consumen antiinflamatorios.
“Los afiliados reclaman porque antes no pagaban o abonaban un coseguro mínimo y ahora deben afrontar el costo total. Esto va en detrimento del afiliado”, concluyó Ilchuk.
En 2024, aproximadamente 40 principios activos fueron eliminados del vademécum y este año se sumaron al menos 20 más. Las modificaciones en la cobertura continúan impactando a los jubilados, que deben enfrentar más gastos y trámites para acceder a los medicamentos que necesitan. El Territorio