El presidente Javier Milei reafirmó su compromiso de auditar los fondos de las universidades públicas, particularmente en la Universidad de Buenos Aires (UBA), lo que ha intensificado la confrontación entre el Gobierno y la academia. En declaraciones a Radio Mitre, Milei sostuvo que esta medida busca transparentar el uso de los recursos y apuntó contra la resistencia de la UBA, a la que acusó de “proteger prácticas opacas”. La UBA, por su parte, ha decidido acudir a la Justicia, alegando que la intervención de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) amenaza la autonomía universitaria.
Las tensiones entre el Ejecutivo y la UBA subieron de tono después de que la universidad informara su decisión de recurrir al Poder Judicial para impedir la intervención de la SIGEN en sus cuentas. Según el rector de la UBA, Ricardo Gelpi, la universidad ya rinde cuentas de manera exhaustiva ante la Auditoría General de la Nación (AGN), el Poder Legislativo, el Poder Ejecutivo y la sociedad en general, a través de la publicación de sus informes financieros en su sitio web.
En medio de este clima de enfrentamiento, Milei negó las acusaciones de que su administración pretende imponer una privatización o el cobro de aranceles en las universidades públicas. Sin embargo, justificó las auditorías señalando que es responsabilidad del Estado fiscalizar el destino de los fondos asignados, a fin de erradicar lo que calificó como prácticas “ineficientes y corruptas”.
La respuesta de la comunidad universitaria ha sido contundente. Profesores, estudiantes y sindicatos organizaron movilizaciones y jornadas de clases públicas en protesta contra lo que perciben como un intento de controlar la independencia de la academia. Representantes del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y gremios docentes cerraron filas en torno a la defensa de la autonomía universitaria y exigieron mayores recursos para enfrentar la baja del presupuesto en términos reales, que afecta directamente las investigaciones, becas y proyectos de extensión.
Milei, sin embargo, desestimó la magnitud de estas protestas, alegando que la convocatoria ha disminuido de “230.000 a 60.000 personas” y acusando a ciertos sectores políticos de manipular a los estudiantes. Además, el presidente se mostró optimista respecto al impacto de las auditorías, asegurando que estas medidas generarán un aumento del apoyo al Gobierno en la opinión pública, alcanzando “un 40% a favor”.
A pesar del creciente rechazo de la oposición y los sectores académicos, Milei sostiene que su administración está ganando la “batalla cultural” en la sociedad. En su argumento, advirtió que políticas como las aprobadas por el Congreso para incrementar el presupuesto universitario sin respaldo financiero real pueden resultar en una crisis inflacionaria. Infobae