Mensaje de los obispos miembros de la Comisión Nacional de Caritas


Fratelli Tutti 175: “Así adquiere una expresión concreta el principio de subsidiariedad, que garantiza la participación y la acción de las comunidades y organizaciones de menor rango, las que complementan la acción del Estado. Muchas veces desarrollan esfuerzos admirables pensando en el bien común y algunos de sus miembros llegan a realizar gestos verdaderamente heroicos que muestran de cuánta belleza todavía es capaz nuestra humanidad”.

 

A raíz del acuerdo de Cáritas Nacional con el Estado Nacional vinculado a la renovación de un convenio de meriendas, se ha malinterpretado dicho compromiso entendiéndolo como un acuerdo exclusivo entre la Iglesia y el Estado para ser los interlocutores únicos o principales validados en la ayuda a los sectores más vulnerables.

Agradecemos la confianza que los estados en sus distintos niveles –nacional, provincial y municipal– han tenido en Cáritas a lo largo de décadas, cimentada en el trabajo incansable de infinidad de voluntarios de Cáritas en todo el país y de la transparencia para el uso de los fondos.

También expresamos que en el transcurso de los últimos años y a medida que los niveles de pobreza han crecido en la Argentina, hemos aprendido a trabajar con un gran número de movimientos, asociaciones, centros vecinales, sindicatos, etc.

Es que hoy nadie puede asumir la cantidad y complejidad del trabajo social de manera individual, y es por eso que insistimos en integrar a todos aquellos que con enorme sensibilidad atienden a los más pobres y en que también se les dé la ayuda necesaria para que puedan seguir haciéndolo. Ciertamente todos podemos crecer en transparencia, y un instrumento preciso son las auditorías.
Entendemos que es un elemento fundamental para garantizar que todos los fondos adjudicados lleguen a los más pobres, que es nuestro principal objetivo.
En un país cuya pobreza sigue creciendo y que no admite miradas sesgadas, prejuicios ideológicos y peleas sectoriales, somos testigos de que muchos hermanos viven la angustia de no saber con qué alimentarán mañana a sus hijos. No es difícil sortear las dificultades y desacuerdos presentes volviendo a poner en el centro lo que siempre ha debido seguir allí: las personas y familias que viven en la  pobreza o la indigencia, especialmente los niños y los ancianos. Lo demás, está demás.

 

Comisión Episcopal
P.O. Carlos Tissera (Quilmes) (Presidente)
P.O. Gustavo Carrara (CABA)
P.O. Roberto Álvarez (Rawson)