El salario mínimo continúa en caída libre: Perdió un 26,5% en lo que va del gobierno de Milei


El poder adquisitivo del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) se desplomó un 26,5% en términos reales durante los primeros nueve meses del gobierno de Javier Milei, profundizando una tendencia que se arrastra desde hace más de una década. Según un informe del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la Universidad de Buenos Aires, la caída acumulada desde 2011 asciende a casi el 60%, reflejando un impacto devastador en los ingresos de los trabajadores.

Inflación y devaluación como factores clave

El estudio del IIEP señala que la combinación de devaluación e inflación acelerada ha sido determinante en esta pérdida. Desde la devaluación de diciembre, el salario mínimo no ha mostrado signos de recuperación sostenida. A principios de 2024, el salario ya había caído un 17% en comparación con noviembre de 2023.

Aunque entre febrero y mayo de este año, el salario mínimo logró mantenerse en línea con la inflación, en junio volvió a caer, experimentando una leve recuperación en julio, solo para contraerse nuevamente en agosto. En este último mes, el SMVM aumentó un 3,2%, mientras que la inflación fue del 4,2%, según datos del INDEC, profundizando la erosión de su poder adquisitivo.

Una década de deterioro

El informe destaca que el salario mínimo actual se encuentra entre los más bajos en la historia reciente, solo superado por los niveles registrados en los primeros años de la convertibilidad y su colapso en 2002/2003. En comparación con el valor máximo alcanzado en septiembre de 2011, la caída es del 59%.

Además, el SMVM no solo afecta a los trabajadores formales, sino que también sirve como referencia para diversos programas sociales, como Potenciar Trabajo, cuyos beneficiarios recibían el 50% del salario mínimo hasta una reciente modificación. Esta crisis salarial viene acompañada de una contracción significativa en el empleo, otro aspecto que agrava la situación económica.

Destrucción de empleos

Si bien durante el gobierno del Frente de Todos la tasa de desempleo se mantuvo relativamente baja, el panorama cambió drásticamente desde diciembre de 2023. Entre noviembre de ese año y junio de 2024, se perdieron 182.500 empleos asalariados formales, cifra que asciende a 204.100 si se considera el pico registrado en agosto del año pasado.

La tasa de contratación, que mide las nuevas incorporaciones laborales en relación con el total de ocupados, mostró una leve mejoría en julio, pasando del 1,3% al 1,6%. Sin embargo, este valor sigue siendo bajo en términos históricos, con niveles que solo superan a los momentos más críticos de la pandemia de COVID-19 y la crisis de la convertibilidad en 2002.

El panorama para el salario mínimo y el empleo en Argentina sigue siendo incierto, con desafíos importantes por delante para recuperar el poder adquisitivo de los trabajadores y estabilizar el mercado laboral en medio de un contexto económico adverso.