El Sumo Pontífice preparó una profunda reflexión para la audiencia general del 5 de marzo, Miércoles de Ceniza, que fue cancelada debido a su hospitalización. En su catequesis, el Pontífice centró su mensaje en el episodio evangélico del hallazgo de Jesús en el templo, concluyendo su serie de catequesis sobre la infancia de Jesús.
El Papa invitó a todos a seguir las huellas del Señor con esperanza, recordando a María y José en su búsqueda de Jesús: «Como María y José, llenos de esperanza, sigamos también nosotros las huellas del Señor, que no se deja contener por nuestros esquemas y se deja encontrar, no tanto en un lugar, sino en la respuesta de amor a la tierna paternidad divina, respuesta de amor que es vida filial».
Durante la catequesis, Francisco destacó el camino de la Virgen María, quien, a lo largo de su vida, vivió una serie de experiencias de fe y peregrinación. Desde su visita a Isabel durante el embarazo, hasta su huida a Egipto y el regreso a Nazaret, María fue modelo de esperanza y fe inquebrantable. En su vida, también estuvo presente en los momentos clave del ministerio de Jesús, como en las bodas de Caná y durante su pasión y muerte en Jerusalén.
En cuanto al episodio del hallazgo de Jesús en el templo, el Papa subrayó el dolor y la incertidumbre de María y José al perder a su hijo, pero también el crecimiento de Jesús, quien, al encontrarse en el templo, mostró su sabiduría y comprensión de las Escrituras, sorprendiendo a los maestros de la Ley.
Finalmente, Francisco invitó a todos a ser peregrinos de la esperanza, siguiendo el ejemplo de María, quien, como primera discípula, vivió siempre a la sombra de la esperanza: «María trajo al mundo a Jesús, la esperanza de la humanidad», concluyó el Pontífice. AICA