El Gobierno evalúa aumentar un 20% los combustibles para equiparar precios con el mercado internacional


El Gobierno nacional está considerando aplicar un incremento del 20% en los precios de la nafta y el gasoil en los surtidores, buscando alinearlos con los valores internacionales, según fuentes del Ministerio de Economía. Esta medida tiene como objetivo enviar señales de inversión a las empresas en un momento crucial para la economía nacional.

El Ministro de Economía, Luis Caputo, estudia también la posibilidad de postergar nuevamente la actualización del impuesto a los combustibles, originalmente programada para julio, con el fin de no comprometer la desaceleración de la inflación, un tema prioritario para la administración actual.

Desde la liberalización de los controles de precios bajo la administración de Javier Milei, los combustibles han experimentado un aumento promedio del 110%, aunque recientemente se han contenido estos incrementos para no afectar los precios minoristas. YPF, como principal distribuidor estatal, ha sido clave en este proceso al fijar parámetros seguidos por sus competidores Axion, Shell y Puma.

A pesar de los esfuerzos por mantener la estabilidad, los precios de la nafta súper podrían incrementarse en un 15%, mientras que las premium enfrentarían aumentos de entre un 25% y un 30%. Esto llevaría los precios en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a alrededor de $1.040 por litro para la súper y $1.452 por litro para la premium, respectivamente. Por su parte, el precio del gasoil podría alcanzar los $1.080 por litro, desde los actuales $941.

El Gobierno también enfrenta la decisión de actualizar el impuesto a los combustibles, el cual se ajusta trimestralmente según la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Este impuesto estuvo congelado desde mediados de 2021 hasta finales de 2023, afectando la capacidad fiscal del Estado.

En este contexto, Caputo ha propuesto un esquema de aumentos graduales para recuperar los períodos de congelamiento, manteniendo la armonía con los objetivos fiscales del Gobierno. Sin embargo, la caída persistente en las ventas de combustibles, registrada por quinto mes consecutivo, plantea desafíos adicionales en términos de demanda y consumo.