En medio de la escalada del dólar blue, que superó los $1300, el Ministerio de Economía busca renovar un vencimiento significativo de deuda en moneda local. La estrategia incluye la emisión de siete bonos, dos de ellos atados al tipo de cambio oficial, con el objetivo de reforzar la confianza y despejar dudas sobre una posible devaluación.
Este jueves, la Secretaría de Finanzas enfrenta un desafío crucial: colocar nuevos títulos para refinanciar más de $9 billones en vencimientos. Según estimaciones de Portfolio Personal Inversiones (PPI), cerca de $6 billones están en manos de inversores privados, quienes podrían optar por otras alternativas si las condiciones de los nuevos bonos no resultan atractivas.
Un mensaje al mercado en tiempos de incertidumbre
La oferta de bonos incluye tres letras capitalizables (Lecap), dos bonos ajustados por inflación (CER) y dos bonos dólar-linked, es decir, que siguen la evolución del tipo de cambio oficial. Uno de estos últimos vence el 30 de junio, mientras que el otro tiene plazo hasta el 16 de enero de 2026. La estrategia busca ofrecer un resguardo cambiario para desalentar la demanda especulativa de dólares.
Desde PPI señalan que esta movida es una «señal clara» de la intención del Gobierno de contener las expectativas de devaluación y moderar la presión sobre el dólar. En la misma línea, un informe de la consultora Outlier destaca que la emisión de un dólar-linked con vencimiento en junio implica un compromiso de la administración de Javier Milei de evitar movimientos abruptos en el tipo de cambio.
El contexto financiero y las expectativas
En licitaciones previas, el Tesoro ofreció bonos dólar-linked sin mayor demanda. Sin embargo, la situación actual es distinta: la suba del dólar paralelo y la venta de US$737 millones por parte del Banco Central en marzo han generado un contexto más desafiante. La demanda de estos instrumentos se incrementó, elevando sus precios y llevando las tasas de rendimiento a niveles negativos.
Según Outlier, ampliar la oferta de bonos de cobertura cambiaria podría impactar en la baja de los precios y reducir las tasas implícitas de devaluación en el mercado de futuros del dólar. Esto, a su vez, aliviaría la presión sobre el Banco Central, que en las últimas semanas ha debido intervenir en el mercado de cambios para contener la escalada del billete verde.
Los analistas estiman que el Tesoro podría colocar la letra dólar-linked con vencimiento en junio a una tasa superior a la que actualmente cotiza en el mercado secundario. De lo contrario, advierten, persistiría la presión cambiaria y continuaría afectando la capacidad del Banco Central para sostener su estrategia de estabilización.
En un contexto económico volátil, el resultado de esta licitación será un termómetro clave para medir la confianza del mercado en la estrategia del Gobierno y en su capacidad para evitar una devaluación abrupta en el corto plazo. TN