Un reciente informe del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia, elaborado por el Observatorio de la Universidad Católica Argentina (UCA), reveló cifras preocupantes sobre la situación económica de los menores en el país. Según el estudio, el 62,9% de los niños y adolescentes que residen en Argentina se encuentran en situación de pobreza, mientras que el 16,2% son indigentes. Estas estadísticas representan los niveles más altos registrados desde el año 2010.
El informe, titulado Trazando el Camino: Privaciones Estructurales, Avances y Desafíos en los Derechos de la Infancia y Adolescencia, también destaca un incremento significativo en la proporción de hogares que enfrentan dificultades para acceder a una canasta básica alimentaria o total, abarcando el período entre 2011 y 2023.
El análisis subraya la importancia de las políticas públicas y el esfuerzo de los hogares en la mitigación de la pobreza, aunque advierte sobre la existencia de desafíos estructurales en la economía que continúan afectando las oportunidades de los niños y adolescentes en el país. “Las políticas públicas han sido cruciales para mitigar la pobreza, pero los desafíos estructurales en la economía siguen ejerciendo un fuerte impacto en las estructuras de oportunidades de los hogares”, señala el informe.
El informe también introduce un índice de pobreza multidimensional, que evalúa seis dimensiones clave de los derechos: alimentación, saneamiento, vivienda, salud, información y estimulación/educación. De acuerdo con este índice, el 56,3% de los menores fueron considerados pobres de manera multidimensional en 2023. Además, el 16,1% de los niños y adolescentes sufren pobreza multidimensional severa, mientras que el 16,2% padece indigencia monetaria infantil.
Inseguridad alimentaria
Otro dato alarmante del estudio es que el 32,2% de los menores en las áreas urbanas de Argentina sufren de inseguridad alimentaria. Esta cifra ha mostrado una tendencia ascendente desde 2018, alcanzando su punto más alto en 2023, cuando el 13,9% de los menores enfrentaron inseguridad alimentaria en condiciones severas.
El informe concluye con una advertencia sobre la necesidad de continuar avanzando en la mejora de las condiciones de vida de los menores, especialmente en áreas como el hábitat y la escolarización, donde se han registrado algunos avances positivos en los últimos años. TN