En una jornada marcada por la solemnidad y la expectativa mundial, este miércoles se puso en marcha el Cónclave en la Capilla Sixtina, con la primera votación de los cardenales para elegir al sucesor del papa Francisco. La jornada concluyó con una fumata negra, señal de que aún no se alcanzó el consenso necesario para proclamar al nuevo pontífice.
A las 21 (hora local, 16 en la Argentina), una densa columna de humo negro se elevó desde la chimenea de la Capilla Sixtina, confirmando que ningún candidato obtuvo los 89 votos necesarios –dos tercios del total de 133 cardenales electores provenientes de 71 países– para ser elegido como el papa número 267 en la historia de la Iglesia Católica.
Según establece el protocolo vaticano, los purpurados permanecerán incomunicados durante todo el proceso, alojados en la Casa Santa Marta, y seguirán con el ritmo de votaciones diarias hasta alcanzar la elección. Desde mañana, y durante los tres días siguientes, el cronograma prevé dos votaciones por la mañana y dos por la tarde.
La Santa Sede informó que la jornada del jueves comenzará a las 7.30 (2.30 en Argentina) con una misa concelebrada, seguida del rezo de las Laudes a las 9. Luego se desarrollará la primera sesión de votación, cuyos resultados se darán a conocer entre las 10.30 y las 12 (5.30 a 7 de Argentina), con la emisión de una nueva fumata.
Por la tarde, la segunda sesión iniciará a las 16 (11 en Argentina), con otras dos rondas de votación. La segunda fumata del día se espera entre las 17.30 y las 19 (12.30 a 14 hora argentina). Si tampoco hay elección, los cardenales regresarán a sus habitaciones tras el rezo de las Vísperas, reanudando el proceso al día siguiente.
Mientras tanto, la expectativa crece dentro y fuera del Vaticano. Unas 45 mil personas se reunieron en la Plaza de San Pedro para observar la primera fumata, y cerca de 120 mil siguieron la transmisión oficial del Vaticano, según datos del medio oficial Vatican News.
El Cónclave 2025 es el tercero del siglo XXI y del tercer milenio. La elección del nuevo Pontífice marcará una nueva etapa para la Iglesia Católica, en un contexto de importantes desafíos sociales, espirituales y culturales en el mundo contemporáneo. AICA