El gobierno brasileño, bajo la administración del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, ha logrado un hito económico significativo en enero, con la implementación efectiva del impuesto a los fondos de inversión de los superricos. Esta medida ha propiciado que la recaudación tributaria alcanzara su punto más alto en la historia del país durante este mes.
El aumento registrado en la recaudación, con un crecimiento interanual cercano al 7%, se posiciona como un elemento clave para alcanzar el objetivo de déficit cero establecido por el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, para el año 2024. Este objetivo se enmarca dentro del nuevo marco fiscal, que ha sustituido al techo del gasto público vigente desde 2016 hasta el año pasado, según lo indicado por la Receita Federal, el organismo recaudador de impuestos, adscrito al Ministerio de Hacienda.
Este logro representa el mejor desempeño registrado en términos reales para todos los meses dentro de la serie histórica de estadísticas, que se remonta a 1995.
El impuesto sobre los fondos de inversión exclusivos de los denominados superricos ha sido fundamental para este resultado récord en la recaudación. La tributación de estos fondos generó 4.100 millones de reales, equivalentes a 830 millones de dólares, representando un crecimiento real del 24,4%.
Claudemir Malaquias, jefe del Centro de Estudios Tributarios y Aduaneros de la Receita Federal, destacó que la ley que modifica la tributación de las sociedades offshore y de los fondos exclusivos de inversión, promulgada a finales de 2023, ha posibilitado resultados sostenidos en los ingresos de este año.
La recaudación de enero superó ampliamente las expectativas del mercado financiero, lo que fortalece las perspectivas para el objetivo del gobierno de eliminar el déficit fiscal este año.
Según el comunicado oficial, la masa salarial experimentó un aumento del 7,2%, lo que contribuyó al incremento de los ingresos por aportes previsionales y laborales.