Irán llevó a cabo un significativo ataque el martes en las cercanías de Jerusalén y Tel Aviv, lanzando cerca de 200 misiles. La cadena estatal iraní anunció que se dispararon 181 misiles, lo que generó una respuesta inmediata en Israel, que activó su sistema de defensa antimisiles, conocido como el Escudo Antimisiles. A lo largo del país, se activaron más de 1,800 alarmas.
Según la televisión iraní, el 80% de los misiles alcanzaron sus objetivos; sin embargo, el ejército israelí refutó esta afirmación, sosteniendo que la mayoría de los misiles fueron interceptados. Hasta el momento, no se han reportado víctimas en Israel, aunque el servicio de emergencias Magen David Adom indicó que hubo dos heridos leves por metralla en Tel Aviv y algunos incidentes menores mientras ciudadanos se desplazaban a refugios.
Por otro lado, el gobernador de Jericó, en Cisjordania, Hosain Hanayel, informó sobre la muerte de un trabajador palestino debido a esquirlas de misiles que cayeron en la zona.
El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, declaró que el bombardeo fue «solo un atisbo de nuestras capacidades» en respuesta a las agresiones israelíes, mientras que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, instó a la población a seguir «estrictamente» las directrices de seguridad. Netanyahu enfatizó que el país enfrenta tanto «grandes logros» como «grandes desafíos» y pidió a los ciudadanos permanecer unidos durante este periodo crítico.
Los ataques israelíes se han intensificado desde mediados de septiembre, con un enfoque particular en la cúpula de Hezbollah, incluyendo la muerte de su secretario general, Hasán Nasralá, en un bombardeo en Beirut el pasado viernes.
En un contexto de creciente tensión, el secretario de Defensa de EE. UU., Lloyd J. Austin, se reunió con el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, para discutir la necesidad de desmantelar la infraestructura de ataque en la frontera con Líbano, a fin de prevenir un ataque similar al de la masacre del 7 de octubre por parte de Hezbollah. Ante la escalada de violencia, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió un alto el fuego “inmediato”, enfatizando la importancia de respetar la soberanía y la integridad territorial de Líbano. Infobae