El último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) ha puesto en rojo las alarmas sobre la economía global. Según el FMI, los enormes déficits fiscales de Estados Unidos no solo han elevado su inflación, sino que representan una «grave amenaza» para el equilibrio financiero mundial.
De acuerdo con el Monitor Fiscal del FMI, se proyecta que el déficit fiscal de Estados Unidos alcanzará un escalofriante 7,1% de su Producto Interno Bruto (PBI) el próximo año. Esta cifra es significativamente mayor que la de otras economías avanzadas, donde el promedio ronda solo el 2%. Para ponerlo en perspectiva, el déficit de Argentina representó el 2,3% de su PBI en 2023.
El informe del FMI advierte que el gasto desenfrenado en Estados Unidos podría tener consecuencias profundamente negativas para la economía global. Pierre-Olivier Gourinchas, economista jefe del FMI, ha señalado que la postura presupuestaria de Estados Unidos está generando «riesgos de estabilidad fiscal y financiera a más largo plazo para la economía mundial».
El deslizamiento fiscal en Estados Unidos es evidente, con un déficit que se ha más que duplicado en comparación con los niveles de 2022, ascendiendo al 8,8% del PBI el año pasado. Este desequilibrio entre el gasto y los ingresos representa un peligro latente para la estabilidad financiera global.
Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, ha expresado su preocupación por el fortalecimiento del dólar, impulsado por las altas tasas de interés. Si las tasas de interés en Estados Unidos aumentaran repentinamente, esto tendría un impacto devastador en los mercados globales, provocando un aumento en los rendimientos de los bonos gubernamentales y causando fluctuaciones cambiarias en las economías emergentes y en desarrollo.
El FMI advierte que el efecto de derrame global de las tasas de interés podría endurecer las condiciones financieras a nivel mundial, aumentando así los riesgos que enfrentan otros países. Estados Unidos se encuentra entre los cuatro países identificados como «críticamente necesarios» para tomar medidas políticas urgentes para abordar estos desequilibrios fundamentales entre el gasto y los ingresos.
Ante esta situación, la comunidad internacional y los líderes económicos deben actuar con urgencia para evitar que el creciente déficit de Estados Unidos desencadene una crisis económica de proporciones globales. Con información de CGTN