Cambio de tendencia para el dólar: Por qué a partir de abril le puede dar pelea a la inflación


Las cotizaciones se estabilizan en el inicio de la temporada alta de liquidaciones del agro. Pero el recorte de las tasas de interés y una próxima unificación del dólar no dejan margen para un escenario de atraso cambiario.

En las últimas dos semanas, el dólar libre ha mostrado señales de recuperación, marcando un cambio en su tendencia tras sufrir caídas notables en febrero (-13,8%) y marzo (-1,9%). Luego de alcanzar su punto más bajo el pasado 5 de abril, operando en torno a los $980, la divisa llegó a cotizarse a $1.040 el 16 de abril, para luego estabilizarse en los $1.015 al cierre de la semana.

Este comportamiento, que inicialmente fue impulsado por el recorte de tasas del Banco Central y posteriormente moderado por el aumento en las liquidaciones del agro, refleja la competencia entre diversas fuerzas que están limitando la volatilidad de los dólares alternativos. En los meses venideros, es probable que estas fuerzas continúen ejerciendo presión al alza sobre el tipo de cambio, especialmente considerando la desaceleración de la tasa de inflación hacia cifras de un solo dígito.

A pesar de que el dólar “blue” y las paridades bursátiles han perdido cerca del 20% desde sus máximos a fines de enero, el reciente movimiento al alza en abril sugiere un cambio de tendencia que, si bien no necesariamente implica un aumento por encima de la inflación, sí podría acompañar el ascenso generalizado de los precios en la economía.

Existen varias razones que respaldan este posible rebote del dólar:

  • Mínimos desde agosto de 2019: En términos reales, el dólar libre y los bursátiles han alcanzado sus precios más bajos desde antes de las elecciones primarias de agosto de 2019, consumiendo así todo el poder adquisitivo ganado durante la vigencia de los controles cambiarios.
  • Baja de tasas de interés: La recuperación del precio del dólar libre coincidió con el recorte de la tasa de política monetaria anunciado por el Banco Central, situándose ahora en su nivel más bajo desde septiembre del año anterior y por debajo de la tasa de inflación. Esta situación desincentiva la inversión en pesos y estimula la demanda de dólares.
  • Persistencia de alta inflación: Aunque se ha observado una disminución en el ritmo de aumento del índice general de precios, la inflación sigue siendo elevada, lo que influye en el movimiento de la cotización de los dólares alternativos.
  • Aumento del circulante en pesos: El incremento en la circulación de pesos en efectivo o en cuentas a la vista ha impactado en el precio del dólar libre y del bursátil MEP.
  • Próxima unificación cambiaria: El Gobierno tiene como objetivo eliminar el control de cambios y regresar a una economía con un dólar unificado. Aunque se ha postergado esta medida, su eventual implementación podría afectar el precio de los dólares paralelos.

Este cambio de tendencia en el mercado cambiario plantea interrogantes sobre el futuro del dólar y su relación con la inflación. Expertos sugieren que el escenario económico y las políticas monetarias adoptadas por el Gobierno jugarán un papel crucial en la evolución del tipo de cambio y en la contención de la inflación.

Salvador Di Stefano señala que mantener un dólar mixto podría ser difícil a lo largo del año, y Walter Morales sugiere que ajustes cambiarios podrían generar aumentos adicionales en los precios minoristas.

En este contexto, el recorte de tasas de referencia y la estrategia monetaria del Gobierno están generando un desplazamiento a la baja de los instrumentos de ahorro en pesos, mientras se espera una eventual liberación cambiaria o dolarización.

El panorama financiero actual requiere una cuidadosa evaluación por parte de inversores y ahorristas, quienes deberán considerar la evolución de la inflación y las políticas económicas para tomar decisiones informadas sobre sus activos. Con información de Infobae y Juan Gasalla