El uso excesivo de pesticidas para combatir el brote de dengue ha desencadenado una preocupante realidad: los mosquitos se vuelven más resistentes. Un estudio del Centro Nacional de Diagnóstico e Investigación en Endemoepidemias (CeNDIE) Anlis Malbrán revela un inquietante panorama donde los insecticidas ya no surten el efecto esperado.
El informe, en curso desde 2019, alerta sobre una adaptación de los Aedes aegypti ante la fumigación masiva, convirtiéndose en un desafío cada vez mayor para el control de vectores.
El director de Vigilancia Epidemiológica y Control de Vectores de Posadas, Fabricio Tejerina, enfatiza que el uso indiscriminado de insecticidas genera una selección de mosquitos resistentes, sin impacto alguno en las larvas. Más que una solución, la fumigación se convierte en una acción perjudicial para el medio ambiente y la salud pública.
«Tirar veneno a la naturaleza»: Tejerina advierte sobre las consecuencias de una estrategia obsoleta que no erradica los criaderos. La directora del CeNDIE, Mariana Manteca Acosta, respalda esta postura, abogando por evitar el uso de insecticidas como medida preventiva.
¿La solución? Innovación en la lucha contra el dengue: Hoy, se lanzará el primer operativo de Levantamiento de Índice Rápido de Aedes aegypti (Liraa) en Posadas. Este enfoque integral, que incluye el relevamiento de más de 6.000 domicilios, representa un paso crucial en la protección de la salud pública y el control de enfermedades vectoriales.
Alarma por casos de dengue: Con 11.872 casos febriles registrados en las trece primeras semanas del año en la provincia y un total de 269.678 casos notificados a nivel nacional desde julio de 2023 hasta abril de 2024, el dengue sigue siendo una amenaza latente en la región.
El desafío es claro: la resistencia de los mosquitos a los pesticidas exige una revisión urgente de las estrategias de control, priorizando enfoques más efectivos y sostenibles para combatir esta enfermedad endémica. Con información de El Territorio

