En una contundente asamblea celebrada en el corazón de San Pedro, cerca de tres mil yerbateros alzaron su voz contra la creciente preocupación que envuelve al sector. La Casa de la Familia Yerbatera fue testigo de un encuentro marcado por la determinación y la necesidad imperiosa de proteger la producción local.
El reclamo es claro: detener la avalancha de importaciones que amenaza con ahogar a los colonos durante la zafra. La entrada masiva de hoja verde desde Brasil y Paraguay a precios inferiores está desestabilizando el mercado local, llevando el valor del kilo de yerba mate por debajo de los límites de rentabilidad.
Los productores, agobiados por los altos costos de producción y los magros precios ofrecidos por la yerba importada, han delineado una serie de demandas concretas. Entre ellas, destacan la fijación de un valor mínimo por kilo de hoja verde de no menos de $370 con pago de contado, así como la solicitud urgente de medidas gubernamentales para frenar la importación.
El descontento es palpable: «Los molinos se están beneficiando comprando más barato en el exterior. Es momento de tomar acción contra el Régimen de Dumping», expresó uno de los presentes, reflejando el sentir generalizado de la comunidad yerbatera.
En caso de que las autoridades provinciales y el Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym) no actúen de manera inmediata, los productores están dispuestos a tomar medidas directas. Desde controles en las rutas hasta la organización de grupos de autodefensa, la determinación por proteger la producción local es innegable.
La voz de San Pedro resonará en los pasillos del poder: respaldados por el intendente Miguel Dos Santos, los yerbateros elevarán sus reclamos al más alto nivel. Una reunión urgente con el Gobernador está en la agenda, mientras que ante la Cámara de Productos Regionales presentarán un frente unido para solicitar el apoyo de los legisladores.
En un contexto donde la supervivencia del sector está en juego, la unidad y la acción decidida son las armas principales de los yerbateros. El futuro de la yerba mate argentina depende de la pronta respuesta de las autoridades ante este desafío inminente. Con información de El Territorio y portada de Carina Martínez