En el marco del Día del Maestro, María Alejandra Peruski, representante de los Docentes Autoconvocados 100% Zona Norte y docente en la Escuela Nº 844 de San Antonio, compartió su experiencia y reflexiones sobre la importancia de la docencia en una entrevista con Radio Tupa Mbae.
Alejandra Peruski, docente en San Antonio desde 1992, describió los desafíos de enseñar en las zonas rurales de Misiones, donde muchos maestros viajan largas distancias para llegar a las escuelas. Entre las dificultades destacan la falta de acceso a internet y la necesidad de atender a múltiples grados en una sola clase, además de la lejanía de servicios de salud. Peruski resaltó la importancia de la vocación docente, inspirada por su propia maestra, y abogó por salarios justos y mayor participación en las decisiones educativas. Pese a las adversidades, afirmó que enseñar en estas condiciones es un acto de amor y compromiso.
La realidad de enseñar en zonas rurales
Alejandra, que se mudó a San Antonio en 1992 desde Apóstoles, comentó sobre los desafíos que enfrentan los maestros en esta región fronteriza con Brasil. “Muchos de mis colegas viajan entre 30 y 60 kilómetros diariamente para llegar a las escuelas rurales. A pesar de las distancias, eligen esta profesión por la pasión de enseñar”, expresó. Además, mencionó que, tras 19 años trabajando en la colonia, ahora tiene la suerte de enseñar en el pueblo, mientras que otros docentes continúan trabajando en condiciones más remotas y complejas.
Dificultades tecnológicas y condiciones laborales
Las condiciones en las escuelas rurales son difíciles. Peruski destacó que, en muchas instituciones, los docentes deben pagar por el servicio de internet, ya que la conexión proporcionada por el Estado es insuficiente. “Trabajar con grados acoplados, desde primero hasta séptimo, requiere mucha energía y creatividad para mantener a los estudiantes motivados”, afirmó. Además, describió la problemática de las escuelas de tercera categoría, que suelen tener poca matrícula y corren el riesgo de cerrar, lo que representa una pérdida laboral significativa para los docentes.
En cuanto a la salud, Peruski reveló que los docentes en San Antonio tienen que viajar hasta 150 kilómetros para acceder a atención médica de mayor complejidad. “No contamos con especialistas en la zona y, en muchos casos, debemos cruzar a Brasil para recibir atención”, comentó.
La vocación docente y su impacto
Peruski también reflexionó sobre su vocación. “Mi pasión por enseñar surgió gracias a mi maestra rural en San José, quien no solo nos enseñaba, sino que también nos llevaba y traía a la escuela en su propio vehículo”, recordó con emoción. La importancia de la figura del maestro en las zonas rurales es crucial, ya que el contacto cercano y la dedicación marcan profundamente la vida de los estudiantes. “Un buen maestro en la colonia puede cambiar la vida de un niño, dándole la herencia de la educación para que prospere más allá de la chacra”, destacó.
Un reclamo por la dignidad docente
Como representante de los Docentes Autoconvocados, Alejandra subrayó la necesidad de ser escuchados y de lograr un salario justo. “Pedimos ser parte de las decisiones que afectan la educación. Nosotros conocemos la realidad desde el aula y queremos aportar para mejorar el sistema”, manifestó. Además, hizo un llamado a sus colegas: “No bajemos los brazos. Los niños nos esperan, y seguiremos luchando por lo que merecemos como docentes.”
Peruski finalizó la entrevista expresando su orgullo por sus hijos, quienes también han seguido el camino de la enseñanza en San Antonio. “Es un ejemplo de vida que espero seguir transmitiendo, porque enseñar es un acto de amor y compromiso con el futuro”, concluyó.
En el Día del Maestro, su testimonio refleja la dedicación y el sacrificio de los docentes que, en condiciones adversas, siguen adelante con la misión de educar y formar a las futuras generaciones.