El Frente Sindical de Universidades Nacionales (FSUN) ha convocado a un paro de 48 horas que tendrá lugar la próxima semana, los días martes 4 y miércoles 5 de junio. La medida afecta tanto a docentes como a personal no docente de las universidades nacionales de todo el país.
En un comunicado difundido este martes por la tarde, el FSUN explicó que la decisión de ir a paro se debe a la “falta de respuesta al reclamo salarial por parte del Gobierno Nacional”. Según el documento, las negociaciones salariales con el gobierno no han avanzado, lo que ha generado una creciente preocupación entre los trabajadores del sector.
El FSUN subrayó la importancia del presupuesto destinado a los salarios dentro de las universidades, señalando que el 90% del presupuesto universitario se destina al pago de sueldos. Esta situación, argumentan, evidencia la gravedad de la crisis salarial que atraviesa el sistema educativo superior.
El paro afectará las actividades académicas y administrativas en las universidades nacionales, interrumpiendo clases y otros servicios. Los gremios esperan que esta medida sirva para presionar al gobierno a retomar las negociaciones y alcanzar un acuerdo que contemple mejoras salariales adecuadas para los trabajadores universitarios.
Esta no es la primera vez que el sector universitario recurre a paros para expresar su descontento con las políticas salariales del gobierno. Los representantes sindicales han manifestado repetidamente su preocupación por la falta de ajustes salariales acordes con la inflación y el costo de vida, factores que consideran cruciales para el sostenimiento de una educación superior de calidad.
Por su parte, el Gobierno Nacional aún no ha emitido una respuesta oficial al anuncio del paro. Se espera que en los próximos días se produzcan declaraciones y posibles intentos de negociación para evitar la interrupción de las actividades universitarias.
Mientras tanto, los estudiantes y el personal de las universidades nacionales se preparan para enfrentar las consecuencias de esta medida de fuerza, que una vez más pone en relieve los desafíos económicos y políticos del sector educativo en Argentina. Con información de Primera Edición