La presidente de la Fundación Tupá Rendá, Eusebia «Neni» Valdéz, confirmó en una entrevista con Santa María de las Misiones y Canal 9 Norte Misionero que se ha alcanzado un acuerdo con la Provincia para garantizar los fondos necesarios para el pago de los alquileres de los hogares convivenciales a cargo de la institución. El acuerdo, facilitado por el Instituto Provincial de Lotería y Casinos (IPLyC), permitirá que la fundación continúe brindando asistencia a niños y niñas en situación de vulnerabilidad.
En el marco de este acuerdo, el hogar de varones, actualmente ubicado en Villa Sarita, será trasladado a una nueva propiedad en el centro de Posadas. Valdéz explicó que el contrato de la sede en Villa Sarita había vencido y los propietarios solicitaban la casa para otros fines, lo que urgió la búsqueda de un nuevo lugar. Tras varias gestiones, se consiguió una propiedad en calle Ayacucho, entre San Martín y Sarmiento, que será acondicionada para recibir a los menores entre finales de octubre y principios de noviembre.
«Es una casa antigua, pero está en buenas condiciones, con techos altos y un patio grande, lo que será una bendición para los chicos», destacó Valdéz sobre la nueva sede. Además, el nuevo inmueble resulta más económico que el anterior, lo que permitirá un pequeño ahorro para la fundación.
Por otro lado, Valdéz señaló que el hogar de niñas permanecerá en su actual ubicación en calle Hipólito Yrigoyen, donde se ha logrado renovar el contrato de alquiler gracias al apoyo continuo de colaboradores. La propiedad también necesitará algunas reparaciones para mejorar la calidad de vida de las residentes.
A pesar de estas buenas noticias, la presidente de Tupá Rendá subrayó que aún queda pendiente el desafío de obtener fondos para mejorar las condiciones salariales del personal que atiende a los menores. Actualmente, la fundación paga 80 mil pesos por 240 horas de trabajo al mes, un monto que considera insuficiente. Valdéz hizo un llamado a la sociedad para seguir colaborando, ya que el 60% de los recursos provienen de donaciones, mientras que el Estado cubre solo entre el 40% y 50% de los gastos.
«La sociedad es en gran medida responsable de este milagro de amor», concluyó Valdéz, resaltando la importancia del apoyo comunitario para el funcionamiento de los hogares. Primera Edición