Frente al Comando Radioeléctrico URI de Posadas, activos y retirados de la policía y el servicio penitenciario de Misiones continúan su protesta exigiendo un salario digno para cubrir la canasta básica familiar. Hoy, en un gesto de solidaridad, se llevó a cabo una Santa Misa por la dignidad de los trabajadores en el mismo lugar de la manifestación.
La ceremonia, presidida por el Capellán de la Policía de Misiones, Padre Marcos Szyszkowski, contó con la participación del Padre Fabián Szyszkowski, quien ofreció la homilía, y el policía retirado, Diácono Oscar Rosses, ambos capellanes de la fuerza policial provincial.
En su homilía, el Padre Fabián Szyszkowski reflexionó sobre la situación de los manifestantes, inspirándose en el Evangelio según San Marcos. «En el pasaje que acabamos de escuchar nos relata la sanación de un joven poseído por un espíritu maligno, un espíritu sordo y mudo que, podemos decir, representaba antes al pueblo misionero porque ahora el pueblo misionero escucha, habla y se manifiesta», dijo el sacerdote.
Szyszkowski destacó la importancia de la fe, la perseverancia y la necesidad de actuar con compasión y justicia. «Muchos intentaron expulsar de este joven el espíritu maligno, pero no lo pudieron. Este milagro realizado por Jesús […] nos enseña la valiosa elección de la fe, la perseverancia y la necesidad de actuar con compasión y justicia ante el mal que nos acecha».
El sacerdote también subrayó la importancia del trabajo como un llamado divino y una manifestación de la cooperación humana con Dios en su obra creadora. «El trabajo no es solo una actividad que necesitamos para el sustento, sino una participación en la creación y es un medio para expresar la verdadera dignidad humana», afirmó.
En relación con el pedido de los manifestantes, Szyszkowski fue enfático: «Ahora, al considerar también la cuestión salarial, la cuestión de un salario digno, es esencial recordar que todo trabajo del más pequeño al más complejo, merece un salario y una retribución digna para todo el pueblo». Citó la encíclica Laborem Exercens de San Juan Pablo II para enfatizar que el trabajo humano no es una mercancía y que la justicia exige que los trabajadores reciban una compensación adecuada para vivir dignamente y mantener a sus familias.
El sacerdote también hizo un llamado a la comunidad para apoyar políticas que garanticen salarios dignos y condiciones laborales justas. «Debemos apoyar y abogar por políticas que garanticen salarios dignos y condiciones laborales justas para todos. Esto es parte de nuestra misión, promover el Reino de Dios aquí en la tierra, un Reino donde la dignidad de cada persona es reconocida y respetada», dijo.
Al finalizar su homilía, Szyszkowski oró por la justicia en el mundo laboral y pidió a la Virgen de Itatí, Patrona de Misiones, que vele por el bienestar de todos los trabajadores. «Que el Espíritu Santo de Dios descienda sobre nosotros […] y así, juntos con la dignidad de trabajo y un salario digno, podamos llevar el pan cotidiano a nuestra casa y transformar nuestro pedacito de suelo en un pedazo de cielo», concluyó efusivamente con un fervoroso «¡Que vivan los trabajadores!».
La protesta continúa, y los trabajadores esperan que sus demandas sean escuchadas por el gobierno, en un contexto de creciente tensión y necesidad.