El efecto electoral golpeó fuerte al mercado automotor. La decisión del Gobierno de devaluar el peso esta mañana paralizó inmediatamente las operaciones en el sector. Desde varias terminales comunicaron a su red de concesionarias que se suspendía la facturación hasta que se decidiera la política comercial a seguir.
Stellantis, Ford y Volkswagen fueron las que más rápido reaccionaron a la suba del dólar. En otras marcas se siguió operando con los vehículos que estaban asignados, pero no se tomaron nuevos pedidos.
Este incremento se suma al ajuste que ya tuvieron los autos, a comienzos de mes, como consecuencia del recargo impositivo de 7,5% que se aplica sobre la importación de 0km y piezas.
El 40% del mercado se abastece con modelos que llegan del exterior, mientras que los nacionales sienten el impacto de un encarecimiento de los insumos importados, que representan alrededor del 60% de las piezas que se utilizan para la fabricación.
Entre las dos actualizaciones de precios, los 0km acumularán una suba cercana al 30% comparado con los valores de julio.
En el caso de los vehículos que se venden en dólares billete, se siguió operando hoy aunque no se hicieron demasiadas operaciones ante la incertidumbre económica.
Con este panorama, desde las concesionarias y las fábricas estiman que el mes tendrá un volumen de operaciones menor al estimado.
En julio se patentaron cerca de 44.000 unidades. Para agosto, se esperaba un mercado de 36.000 debido al recargo impositivo. Ahora, las proyecciones son menos optimistas y se señala que estará por debajo de 35.000.
La suba de precios va a frenar la demanda, pero también los vendedores cuidarán sus stocks ante la incertidumbre de los precios de reposición.
“No sabemos hasta dónde va a seguir esta incertidumbre y cada empresa decidirá qué hacer para cuidar su patrimonio. Al no tener un precio cierto, no sabemos a cuánto vamos a reponer. Por ese, es mejor operar con cautela” explicó un directivo de una concesionaria.
El tema del aumento de los precios es complicado ya que hay muchos modelos que están “topeados” a la espera del ajuste de la base imponible del impuesto al “lujo” que se eleva a comienzos de septiembre.
Es por eso que sólo podrán subir los precios de lista lo modelos que no estén en ese límite o los que ya lo hayan pasado. También las pickups que no están alcanzadas por este tributo.
De todas formas, los precios de lista son una referencia ya que, por la escasez que existe de vehículos por las trabas para importar, el mercado se maneja con sobreprecios.