En una sesión ordinaria del Senado de la Nación, se aprobó un aumento significativo en los sueldos de los senadores, pasando de $1,9 millones a $4,5 millones brutos. Esta decisión se tomó mediante una resolución firmada por varios senadores y votada a mano alzada, sin debate previo.
El proyecto de resolución, que lleva las firmas de legisladores como Juan Carlos Romero, Pablo Daniel Blanco, Lucila Crexel y Daniel Kroneberger, entre otros, establece que el aumento salarial entrará en vigencia a partir del 1 de mayo.
Aunque el Presidente había detenido previamente una actualización de las dietas el mes anterior, esta resolución fue impulsada y aprobada por los senadores en la sesión sin que el tema formara parte del temario previsto.
La Presidenta del Senado, Victoria Villarruel, ha expresado su desacuerdo con la medida, argumentando que un senador no debería ganar menos que un empleado para no romper la escala salarial. Sin embargo, su postura no pudo evitar la aprobación del aumento salarial.
Este episodio ha generado diversas reacciones en la opinión pública y plantea interrogantes sobre la equidad y la transparencia en las decisiones legislativas. La falta de debate y la rapidez con la que se llevó a cabo la votación han sido objeto de críticas por parte de algunos sectores. TN