La Iglesia católica conmemora hoy, 29 de junio, la fiesta de San Pedro y San Pablo, venerados como los «Príncipes de los Apóstoles», quienes fueron martirizados en esta misma fecha.
San Pedro, originario de Betsaida en Galilea y humilde pescador de oficio, fue designado por Jesucristo como la «piedra» sobre la cual edificaría su Iglesia. Después del Pentecostés, predicó en Jerusalén antes de establecerse en Antioquía. Posteriormente, partió hacia Roma, donde guió la Iglesia por 24 años antes de ser crucificado por orden del emperador Nerón, cumpliendo su deseo de ser colocado en la cruz cabeza abajo.
San Pablo, de la tribu de Benjamín y nacido en Tarso, Asia Menor, se convirtió en el más destacado predicador del cristianismo tras su conversión. Autor de 14 epístolas que continúan siendo una fuente de inspiración, fue conocido como el Apóstol de las Gentes. Al igual que San Pedro, sufrió el martirio en Roma por mandato de Nerón, siendo decapitado el mismo día que su compañero de fe.
En esta festividad, los fieles conmemoran la vida y el legado de estos dos pilares del cristianismo, cuyo testimonio de fe y sacrificio continúa siendo ejemplo para generaciones venideras. Este sábado, en Apóstoles, Misiones, se celebra la Fiesta Patronal en honor a los Santos Pedro y Pablo en la parroquia que lleva su nombre en la Ciudad de las Flores.
Parroquia San Pedro y San Pablo en Apóstoles, Misiones.