El clima en San Lorenzo alcanzó su punto más crítico este viernes. Tras una nueva derrota frente a Tigre en el cierre de la Liga Profesional y la suspensión de una asamblea clave por incidentes, socios e hinchas se manifestaron con enojo en el Nuevo Gasómetro, desencadenando una noche de tensiones, destrozos y reclamos.
Protestas en el estadio y dirigencia bajo fuego
La caída frente a Tigre terminó de agudizar el descontento de los hinchas, quienes permanecieron en el estadio coreando insultos hacia la dirigencia, exigiendo elecciones anticipadas y criticando la gestión encabezada por el presidente Marcelo Moretti. El malestar incluyó roturas de instalaciones y enfrentamientos en los alrededores del sector de vestuarios y la Nave, donde los hinchas intentaron derribar vallados que separan la popular del acceso a la zona de dirigentes.
La virulencia del reclamo forzó la suspensión de las conferencias de prensa, ya que no estaban garantizadas las condiciones de seguridad. Gruesos cordones policiales intentaron contener a los manifestantes, aunque el clima de revuelta dejó en evidencia la fragilidad institucional que atraviesa el club.
Asamblea suspendida: reclamos y consignas
Horas antes del partido, la asamblea para votar el balance 2023-24 también había sido escenario de conflictos. Cientos de socios se acercaron al Polideportivo de Boedo para expresar su malestar, ingresando al recinto con cánticos como «que se vayan todos» y «el club es de los socios». Entre las principales críticas figuraba la reciente venta de los juveniles Santiago Sosa y Agustín Hausch a Defensa y Justicia, considerada por muchos como una pérdida estratégica.
El acto fue suspendido sin la aprobación del informe financiero. Marcelo Moretti, presidente de la institución, declaró tras los hechos: «San Lorenzo está en una situación casi terminal. Hemos puesto dinero muchos dirigentes, pero vamos a trabajar con un presupuesto más austero. Pido perdón al hincha por este presente deportivo». También acusó a sectores opositores de organizar una operación para desestabilizar su gestión.
Crisis en todos los frentes
El conflicto trasciende lo deportivo, alcanzando niveles alarmantes en lo institucional y financiero. La presión sobre la dirigencia es máxima, con un pedido masivo de elecciones y cuestionamientos a la continuidad del proyecto encabezado por el técnico Miguel Russo.
San Lorenzo, una institución marcada por la pasión de su hinchada, cierra el año en un escenario de incertidumbre, donde los reclamos de cambio y transparencia se han vuelto ineludibles. TyC Sports