Sacerdotes de Posadas en el corazón de la fe: Testigos de la Beatificación del Cardenal Pironio en Luján


En diálogo con Radio TupaMbaé, el Padre Sebastián Escalante, Vicario General de la Diócesis, compartió con emotividad sus vivencias durante la ceremonia de beatificación del cardenal Eduardo Francisco Pironio. La Plaza General Belgrano, frente a la Basílica Nuestra Señora de Luján, fue el escenario majestuoso que acogió este histórico evento el pasado fin de semana.

Acompañado por Mons. Juan Rubén Martínez, sacerdotes de la diócesis de Posadas y entusiastas seminaristas del Seminario Santo Cura de Ars, el Padre Escalante presenció la solemne beatificación de quien cariñosamente es conocido como el «cardenal de los jóvenes». La ciudad de Luján se sumió en un ambiente festivo, con jóvenes emocionados que aguardaban con fervor en la Plaza General Belgrano.

Durante la vigilia, que se extendió a lo largo de la noche, los participantes expresaron su entusiasmo a través de bailes, cánticos, oraciones y momentos compartidos, demostrando una energía inquebrantable. La beatificación fue formalizada por el cardenal Francisco Vérgez Álzaga, enviado especial del Papa Francisco y antiguo secretario del propio cardenal Pironio.

El Padre Escalante compartió con La Creíble FM 105.9 la experiencia única de dirigirse al Santuario de la Basílica de Nuestra Señora de Luján para presenciar la beatificación. El sacerdote destacó la emoción de contemplar la imagen original de la Virgen, descendida con motivo de la beatificación. La proximidad a esta imagen sencilla pero cargada de significado para los argentinos fue un momento conmovedor.

El evento contó con la participación activa de miembros destacados del clero, incluyendo al obispo de Posadas, Juan Rubén Martínez, el padre Jorge Benchaski, canciller de la diócesis, y otros sacerdotes recién ordenados. También estuvieron presentes laicos de la acción católica, reflejando el apoyo del cardenal Pironio a esta organización.

A pesar de la dificultad para precisar el número exacto de participantes debido a la limitada visibilidad, se estima que entre 150 y 200 jóvenes se sumaron a la celebración, compartiendo la experiencia comunitaria al ritmo de la banda católica Filocalia. Entre danzas tradicionales, momentos de adoración eucarística y reflexiones sobre la vida del cardenal Pironio, la jornada se vivió con intensidad.

La figura de Pironio adquiere una relevancia significativa para el clero argentino, abarcando roles como sacerdote, formador de seminario, rector, profesor universitario, obispo y colaborador en el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM). Su papel fundamental en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) fue destacado, recibiendo el reconocimiento unánime de los presentes.

Durante la ceremonia de beatificación, el cardenal Vérgez Álzaga leyó la carta apostólica del Papa proclamando a Eduardo Francisco Pironio como Beato. El 4 de febrero fue anunciado como la fecha conmemorativa en la que la Iglesia honrará al nuevo Beato. El legado de Pironio, su papel en la JMJ y su testimonio de esperanza fueron resaltados como elementos fundamentales para la Iglesia.

En la entrevista, el Padre Escalante compartió detalles de la vida de Pironio, destacando su entrega generosa a Dios desde su nacimiento, marcado por una intercesión milagrosa de la Virgen de Luján. Recordó su compromiso con la esperanza, incluso en momentos difíciles durante la convulsión político-social de la década del 70 en la región.

La beatificación del Cardenal Eduardo Francisco Pironio, fijada para el 4 de febrero, se erige como un hito significativo especialmente para la Iglesia en Argentina. Su vida y legado, caracterizados por la esperanza y la dedicación a los más pobres, continúan inspirando a religiosos, religiosas y laicos, proporcionando un modelo en estos tiempos desafiantes.

El cardenal Francisco Vérgez Álzaga, quien desempeñó un papel clave en la beatificación, destacó la importancia de este evento al oficializar la elevación de Pironio a la categoría de Beato. Cabe mencionar que el Papa Francisco aprobó el milagro atribuido a Pironio el pasado 8 de noviembre, permitiendo este paso crucial en el proceso de beatificación.

 

Eduardo Francisco Pironio

La figura de Eduardo Francisco Pironio perdura como un testigo de la esperanza, y su beatificación se presenta como un motivo de alegría y renovación para la comunidad católica en Argentina y más allá. La ceremonia del 4 de febrero promete ser un momento memorable en la historia religiosa del país, recordando y celebrando la vida y legado de un hombre de fe excepcional.