A los 69 años, el legendario entrenador Rubén Magnano ha decidido colgar la pizarra y retirarse definitivamente del mundo del básquetbol. Con una carrera marcada por éxitos, incluyendo la histórica medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, el técnico cordobés confirmó su alejamiento definitivo de los banquillos. «Estoy viviendo un momento de gratitud muy grande», afirmó Magnano, dejando en claro que se retira satisfecho y en paz.
Un adiós reflexivo y sereno
«No dirijo más. No sé si me tendré que morder la lengua, pero un poco como dicen ‘he colgado los botines’», declaró Magnano en una entrevista con Super Deportivo Radio. Con su característico tono humilde y reflexivo, explicó que actualmente está disfrutando de una etapa de su vida en la que prefiere no tener distracciones. «Estoy viviendo una parte de mi vida que no pretendo tener distracciones -en el buen sentido- que me saquen el tiempo. Hoy no es negociable y sé que si dirijo voy a tener que sacar ese tiempo. Entonces es un poco por eso esa decisión», agregó.
Rubén Magnano es sinónimo de éxito en el básquetbol argentino. Nacido el 9 de octubre de 1954 en Villa María, Córdoba, comenzó su carrera como entrenador en Atenas en 1990, donde conquistó 9 títulos nacionales e internacionales. Sin embargo, su nombre quedó grabado en la historia del deporte cuando lideró a la selección argentina a la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, derrotando al temido Dream Team de Estados Unidos, un logro que resuena aún como uno de los mayores hitos del básquetbol mundial.
Julio Lamas, su asistente durante aquellos gloriosos años, no tardó en manifestar su admiración y gratitud en redes sociales. «Todos de pie. Se retira Rubén Magnano. Nos llevó a la gloria en Atenas 2004 y a ganarle al Dream Team. Siempre creía que se podía ganar el próximo partido y los preparaba al detalle como nadie. Una persona fundamental en la historia de nuestro básquet. Gracias, Rubén», escribió en X (anteriormente Twitter).
A lo largo de su carrera, Magnano no solo brilló con la selección mayor, sino que también dejó su marca en categorías juveniles y en clubes de renombre como Atenas, Boca Juniors, Pallacanestro Varese (Italia), y Cajasol (España). Fue galardonado con el Premio Konex de Platino como mejor director técnico de la década en Argentina en 2010 e ingresó al Salón de la Fama de la FIBA en 2021.
Un futuro ligado al básquet
Aunque se retire de la dirección técnica, Magnano asegura que su vínculo con el básquetbol no se rompe. «Cualquier conversación o diálogo caemos siempre en el básquet. Siempre va a estar presente», afirmó, dejando en claro que su pasión por el deporte seguirá viva. «La felicidad no pasa solo por un logro ni por una medalla obtenida o reconocimiento. Ser feliz es sentirse bien con uno mismo porque en esencia es lo que nos sirve, estar tranquilos.»
Rubén Magnano se retira como una figura insigne del deporte argentino, dejando un legado imborrable y una Generación Dorada que siempre lo recordará como su arquitecto principal. Infobae

