El Millonario no logró el milagro y se despidió en semifinales tras un empate sin goles ante Atlético Mineiro
En un Monumental a pleno y con la esperanza intacta de dar vuelta un marcador adverso, River Plate enfrentó a Atlético Mineiro en busca de la hazaña que le permitiera avanzar a la final de la Copa Libertadores. Con el reto de remontar un 3-0 sufrido en la ida en Belo Horizonte, el equipo de Marcelo Gallardo mostró carácter y dominio en el juego, aunque finalmente no pasó del empate 0-0, despidiéndose de la competición.
Desde el inicio del encuentro, River demostró su intención de controlar el partido y encontrar los espacios necesarios para romper el sólido esquema defensivo del equipo brasileño. Claudio Echeverri y su talento fueron piezas clave en la ofensiva del Millonario, que insistió con ataques constantes. Sin embargo, la precisión faltó en momentos decisivos, y las oportunidades creadas se vieron frustradas por la actuación del arquero Éverson, quien tuvo una noche destacada.
Por su parte, Atlético Mineiro, liderado tácticamente por Diego Milito, optó por un enfoque defensivo, soportando la presión y aprovechando las ocasiones para demorar el ritmo del partido. En una situación tensa, el defensor Lyanco fue protagonista al borde de la expulsión tras una falta polémica, lo que llevó a Milito a reemplazarlo en el entretiempo para evitar riesgos innecesarios.
A pesar del ímpetu y el control que mostró River, el conjunto argentino se topó con una defensa férrea que bloqueó cualquier posibilidad de abrir el marcador. Con el empate final, el equipo de Núñez se quedó a las puertas de una remontada épica y de la ansiada final de la Libertadores. Así, en una noche intensa, el sueño de River en la Copa concluyó, dejando en sus hinchas una mezcla de orgullo y frustración por la lucha hasta el último minuto. TyC Sports