El Millonario depende del Xeneize para poder disputar la Fase 2 de la Copa Libertadores 2026. Tras la derrota en el Superclásico y una serie de resultados adversos en el Torneo Clausura, el Millonario se quedó sin vías propias para clasificar y ahora solo la consagración de su histórico rival le abriría las puertas del certamen continental.
Luego de finalizar cuarto en la tabla anual, lo que lo ubicaba en zona de Copa Sudamericana, River contaba inicialmente con cuatro posibilidades —cinco tras el título de Lanús en la Sudamericana— para acceder a la Libertadores. Sin embargo, tras definirse dos de los cuatro semifinalistas del Clausura, al equipo de Marcelo Gallardo solo le queda un camino: que Boca se corone campeón.
El empate ante Vélez y la derrota frente a Racing en octavos de final dejaron al conjunto millonario sin chances de clasificar por mérito propio. Rosario Central, Boca y Argentinos Juniors eran los equipos que podían liberar un cupo para River. Con la eliminación de Rosario Central ante Estudiantes y de Argentinos Juniors frente a Boca, el Xeneize se convirtió en el único capaz de abrirle las puertas de la Libertadores al equipo de Núñez.
Con su victoria por 1-0 sobre Argentinos Juniors, Boca avanzó a semifinales, donde espera al ganador de Racing vs. Tigre. Solo la consagración del Xeneize permitirá a River participar de la Fase 2 de la Copa Libertadores, una instancia de riesgo conocida por el propio Boca. Si avanza, el equipo de Gallardo jugará la Fase 3 y accederá a la fase de grupos; de lo contrario, deberá conformarse con la Sudamericana, competencia que no disputa desde 2015, cuando fue eliminado en semifinales por Huracán.
El desenlace de la Libertadores dependerá, por tanto, de un hecho inesperado para los hinchas de River: que su máximo rival se convierta en su salvador continental.

