En la mañana de hoy, la Licenciada en Psicología Cintia Beyer visitó los estudios de Radio Tupa Mbae para adentrarnos en temas profundos que a menudo pasan desapercibidos en la vida cotidiana. Desde la perspectiva de la psicología, exploró cómo el pasado puede influir en nuestro presente y cómo manejarlo de manera saludable para promover un mayor bienestar emocional.
Beyer comenzó señalando la paradoja de quedarse atrapado en el pasado mientras nuestra vida ocurre en el presente. Reflexionó sobre cómo las experiencias pasadas pueden condicionar nuestras emociones, pensamientos y acciones actuales, limitándonos si no aprendemos a soltar lo que ya ha pasado.
En este sentido, destacó la importancia del perdón hacia uno mismo, reconociendo que a menudo somos más duros con nosotros mismos que con los demás. Instó a aprender a soltar las vergüenzas, culpas y heridas del pasado para evitar repetir patrones no saludables en el presente.
Uno de los conceptos clave que Beyer propuso fue el de las «podas emocionales», comparándolas con la poda de árboles para fomentar un crecimiento saludable. Sugirió la necesidad de realizar cortes decisivos en aquellas emociones negativas o experiencias pasadas que nos impiden crecer y florecer en el presente.
La conversación también giró en torno a la importancia de reconocer y validar nuestras emociones, así como regular nuestros pensamientos para promover sentimientos positivos. Beyer describió cómo las ideaciones recurrentes pueden llevar a emociones adversas, destacando la necesidad de comprender y gestionar estos procesos internos.
Además, exploró la diferencia entre emociones, pensamientos y sentimientos, subrayando la importancia de ser conscientes de cómo interactúan estos elementos en nuestra vida diaria. Al comprender estas dinámicas, sugirió que podemos ser más proactivos en la creación de una vida más consciente y satisfactoria.
En última instancia, Beyer enfatizó la importancia de sanar las heridas emocionales del pasado y crear nuestro propio camino hacia el bienestar. Al aceptar nuestras cicatrices y aprender de nuestras experiencias, podemos avanzar con mayor claridad y paz interior hacia un futuro más prometedor.