Racing y otra goleada ante Sportivo Luqueño para pasar a octavos de la Copa Sudamericana


La Academia volvió a florearse con un 3-0 en cancha de Lanús logrando meterse entre los mejores 16 del certamen y lo padeció el débil conjunto paraguayo. Los goles de la noche fueron de Maravilla Martínez, Maxi Salas y Roger Martínez, de penal.

Racing sostuvo este martes su arrollador presente al golear por 3-0 a Sportivo Luqueño para asegurarse el pase a los octavos de final de la Copa Sudamericana 2024 sin importarle la suerte de Bragantino -que igual perdió-. Privado de jugar en el Cilindro por el estado del campo de juego, La Academia montó su fiesta en la cancha de Lanús y, una vez más, le salió redonda desde lo futbolístico, aunque una amonestación le dejó suspendido a Marco Di Cesare y un percance el tobillo hinchado al inefable Maravilla Adrián Martínez, quien igual luego avisó que lo suyo no es para preocuparse.

El conjunto de Gustavo Costas volvió a mostrar su gran funcionamiento ante un rival muy precario que no tardó en tirar la toalla para todo el desarrollo. A los nueve minutos, ya se puso en ventaja cuando el Maravilla cabeceó por el segundo palo un córner desde la izquierda de un encendido Baltasar Rodríguez. Continuó luego el dominio argentino, y Baltasar tuvo el segundo con un disparo de afuera que le frustró Alfredo Aguilar.

Hasta que, a los 34, Maximiliano Salas recibió un pase desde el fondo de Juan Nardoni en una salida letal, enfrentó a Aguilar recostado por izquierda y definió cruzado para ampliar diferencias. El complemento ya arrancó con Salas obligando al rebote a Aguilar y Di Cesare pegándole al palo, y más tarde nuevamente Salas exigió al arquero, pero de cabeza.

Pasada la media hora de acción, Gastón Martirena recobró el protagonismo de sus últimas actuaciones encarando en el área para que el recién ingresado Rodrigo Alborno le cometiera un penal que, a los 35 otro ingresado, Roger Martínez, cambió por el tercero con una ejecución a la izquierda con el guardameta arrojándose al otro poste. Recién en el final pudo intervenir Gabriel Arias ante un intento de otro salido del banco, Diego Acosta.

El final llegó con el pueblo de Racing cada vez más enamorado de su equipo, que crece mientras alimenta su ilusión.