En una emotiva jornada solidaria, organizaciones sociales y efectivos de la Policía de la provincia de Misiones trabajaron de manera conjunta en Puerto Libertad para regalar un día de alegría a niños de la localidad y zonas rurales cercanas. La actividad fue impulsada por la ONG Solidarios Sin Fronteras, con el acompañamiento del grupo policial Abrazo Azul Libertad, y logró reunir a alrededor de 700 niños y sus familias.
La iniciativa se llevó a cabo en una cancha de la localidad, donde se organizó un cine al aire libre con la proyección de una película alusiva a la Nochebuena, además de la entrega de juguetes y golosinas. La convocatoria se realizó en apenas 24 horas, luego de que las condiciones climáticas obligaran a reprogramar las celebraciones previstas inicialmente para Navidad.
“Queríamos que los chicos tengan su momento especial, compartir con las familias y que nadie quedara afuera”, expresó Marisa Andrea Torales, referente de Solidarios Sin Fronteras, durante la entrevista en el programa Cultura en Diálogo. Junto a Enzo René Martínez, destacó el trabajo colectivo y el compromiso sostenido de voluntarios y vecinos que se suman año tras año a las propuestas solidarias.
Un rol clave en la jornada lo tuvo el grupo Abrazo Azul Libertad, integrado por efectivos de la Policía de Misiones. Su referente, Fabio Acuña, explicó que el grupo está conformado por cinco o seis policías que desde hace cinco años desarrollan acciones solidarias en Puerto Libertad, Wanda, Esperanza y zonas rurales. “Trabajamos con escuelas rurales, escuelas especiales y familias que necesitan ayuda. Las donaciones se logran a través de rifas, ventas solidarias y también con aportes de nuestros propios sueldos”, señaló.
Acuña compartió además que el origen de la iniciativa está atravesado por una experiencia personal dolorosa: la pérdida de un hijo. “El dolor lo transformamos en acción. Esto me ayuda a seguir y también a enseñarles a mis hijos que siempre se puede hacer algo por los demás”, expresó, destacando que su familia participa activamente en la preparación de donaciones y actividades.
Por su parte, Enzo Martínez remarcó la importancia del trabajo en red entre organizaciones: “La unión hace la fuerza. Gracias al aporte de Abrazo Azul Libertad pudimos concretar esta fiesta multitudinaria. Para nosotros, Solidarios Sin Fronteras es una familia, y cada evento se construye con el acompañamiento de todos”.
Además de esta celebración, la ONG cerrará el año con dos acciones solidarias más: la compra de una bicicleta para una adolescente de una zona rural —que la utilizará para trasladarse a la escuela secundaria— gracias a una donación anónima desde el exterior, y el acompañamiento a un comunicador de la ciudad de Wanda que atraviesa una compleja enfermedad.
Desde ambas organizaciones coincidieron en un mismo mensaje: transformar el dolor en ayuda concreta y sostener una cultura solidaria basada en el trabajo colectivo, el compromiso comunitario y la empatía. La jornada en Puerto Libertad dejó una imagen clara: cientos de sonrisas infantiles y una comunidad unida demostrando que la solidaridad sigue siendo un motor de cambio.

