En el marco del programa radial Cultura en diálogo, emitido por Radio Tupambaé, estudiantes de cuarto año de la carrera de Psicopedagogía del Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya (ISARM) compartieron sus testimonios sobre el recorrido académico y vocacional que transitan en esta profesión en constante crecimiento. Acompañadas por el profesor Walter Chávez, las alumnas Maya, Camila, Constanza y Florencia relataron cómo llegaron a la carrera, qué las motivó a elegirla y cuáles son los desafíos que enfrentan en el camino hacia su titulación.
Psicopedagogía es una de las carreras con mayor convocatoria en la institución. Actualmente, cuenta con 120 estudiantes entre las distintas comisiones, y según relataron las jóvenes, el curso de ingreso fue exigente y competitivo, con más de 200 inscriptos. “Nuestro grupo comenzó con 60 personas, y eso ya nos marcó el nivel de compromiso que se requería desde el inicio”, comentó Maya, quien este año será una flamante egresada.
Caminos diversos, misma vocación
Las historias de vida detrás de cada elección académica son tan variadas como significativas. Maya, por ejemplo, dejó su profesión como cocinera en Buenos Aires y decidió estudiar algo relacionado con la psicología al regresar a Misiones: “Siempre me interesó el área humana. Cuando leí el Plan de Estudios me encantó, y una vez que entré, supe que era mi lugar”.
Camila compartió que su vocación se fue moldeando desde la secundaria: “Empecé con Trabajo Social en la UNaM, pero por cuestiones personales busqué otras opciones y encontré Psicopedagogía en el ISARM. Me fascinó, encontré un espacio que me representa”. Constanza, por su parte, encontró inspiración en una experiencia familiar: “A mi hermanito le diagnosticaron dislexia y me interesé mucho en cómo podía ayudarlo. Así descubrí la psicopedagogía”. Florencia también relató un giro importante en su camino: “Arranqué con Licenciatura en Turismo y luego Auxiliar de Nivel Inicial, pero cuando conocí esta carrera, me atrapó la neurociencia. Hoy, después de haber pausado por un tiempo, estoy a punto de recibirme”.
Un camino de formación y contención
El profesor Walter Chávez, con casi tres décadas de experiencia, subrayó que cada historia de elección es única y no siempre lineal. “Mi vocación surgió por influencia de una psicopedagoga muy especial, Marta Dal Vecchio, y también por mi propia experiencia escolar con el psicopedagogo y me fueron inculcando la idea de estudiar psicopedagogía. Antes no era una carrera tan conocida como ahora”.
Sobre el acompañamiento institucional, tanto estudiantes como docente destacaron el rol del Montoya como formador integral, no solo en lo académico sino también en lo humano. “El instituto tiene muchas herramientas de ayuda como becas, bolsas solidarias y tutorías estudiantiles. Todo eso hace que uno no se sienta solo”, explicó Camila. A su vez, muchas de las estudiantes realizan tutorías para acompañar a los ingresantes, brindándoles no solo consejos académicos, sino también contención emocional.
Horizontes laborales y desafíos actuales
Consultadas sobre las orientaciones laborales que desean seguir, las alumnas coincidieron en que la carrera ofrece un abanico muy amplio. Camila mostró interés por la psicopedagogía comunitaria: “En mi comunidad religiosa trabajamos con personas en situación de adicción, y creo que ahí puedo aportar mucho con mi profesión”. Constanza, en cambio, se siente atraída por el ámbito laboral y el manejo de conflictos en empresas. Florencia mencionó su inclinación hacia el trabajo con adultos mayores, aunque aún mantiene abiertas otras posibilidades. “La carrera es tan amplia que todavía me cuesta decidir”, expresó.
Durante el diálogo también se abordaron problemáticas educativas actuales, como los resultados de las Pruebas Aprender, donde se evidencian dificultades de comprensión lectora y en matemática. El profesor Chávez señaló que se trata de fenómenos multicausales y que el exceso de exposición a pantallas es uno de los factores a considerar. “Son cambios culturales profundos que impactan en el aprendizaje y que requieren ser abordados desde múltiples miradas”, expresó.
Un mensaje para los futuros estudiantes
Al cierre de la entrevista, las jóvenes enviaron un mensaje a quienes estén considerando seguir esta carrera. “Si tienen la duda, que no lo piensen más. El Montoya ofrece un Plan de Estudios muy completo, profesores comprometidos y un entorno que acompaña”, afirmó Camila. Constanza agregó: “Gracias a las becas pude estudiar y hoy estoy a punto de recibirme. Es una carrera que te transforma la manera de ver la realidad”.
Con entusiasmo y gratitud, las futuras psicopedagogas se preparan para finalizar su formación y dar sus primeros pasos en un campo profesional cada vez más demandado y valorado.