Pronostican fuerte descenso en ventas por alza de precios de combustibles


En díalogo con Radio TupaMbaé, Faruk Jalaf, presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio y Afines del Nordeste (CESANE), brindó detalles sobre el impacto del reciente aumento en los precios de los combustibles en la región y ofreció una visión detallada de los desafíos que enfrentan las estaciones de servicio en este contexto.

El aumento, que promedia un 37%, fue implementado inicialmente por Shell y Axion, seguidas más tarde por YPF en la ciudad de Posadas. Según Jalaf, este ajuste generó preocupación en el sector, especialmente entre las estaciones de servicio que ya venían lidiando con una serie de desafíos económicos.

En términos prácticos, el presidente de la CESANE explicó que, a pesar del porcentaje aparentemente alto, el impacto directo en las estaciones de servicio es mucho menor. Jalaf indicó que el aumento para las estaciones es de alrededor del 3%, ya que este porcentaje se aplica sobre el precio final.

“Nosotros solamente vemos el mismo porcentaje. O sea, si vos tenés un incremento como en este caso, que fue un 37%, a nosotros las estaciones de servicio es como si nos aumentara sobre el precio, un 3%, nada más en las estaciones de servicio”, afirmó Jalaf en declaraciones a La Creíble 105.9.

Asimismo, Jalaf también señaló que este ajuste es parte de una recomposición necesaria debido a un retraso significativo en los precios de los combustibles que se mantenían congelados durante la pandemia. Detalló que el sector estaba operando con un retraso desde antes de la pandemia y que durante el último año y medio los precios no habían sido actualizados, lo que generó una discrepancia notable con respecto a los precios en los países vecinos.

Respecto a la situación específica de Misiones, Faruk Jalaf destacó que la provincia se encuentra en una posición desfavorable debido a su lejanía de los centros de producción y a la falta de infraestructura de almacenamiento. A pesar de que existe un costo adicional por la logística, Jalaf argumentó que este no justifica la brecha de precios con Buenos Aires, y señaló que históricamente la capital argentina ha mantenido precios más bajos.

En cuanto al desabastecimiento de combustible en algunas estaciones, explicó que esto se debe a cupos impuestos y a la necesidad de importar combustibles en momentos de alta demanda, como durante la temporada de verano o el período de mayor consumo de gasoil.

El presidente de la CESANE también abordó la situación financiera de las estaciones de servicio explicando que el aumento del 37% en los precios se traduce en apenas un 3% para los estacioneros, quienes dependen del volumen de ventas para mantener la rentabilidad. En este sentido, Jalaf subrayó la importancia del volumen de ventas para la supervivencia de las estaciones de servicio, indicando que el margen de ganancia es pequeño y que la rentabilidad está directamente vinculada a la cantidad de combustible vendido.

En relación con el futuro, Jalaf expresó su falta de previsión en cuanto a nuevos aumentos, ya que estas decisiones están en manos de las petroleras y del Gobierno Nacional. También mencionó que los impuestos sobre los combustibles no se han actualizado en más de un año y medio, lo que podría cambiar en el futuro.

Sobre la situación en los países limítrofes, destacó que, a pesar del aumento, los precios en Argentina siguen siendo más bajos para los extranjeros y que esto podría continuar atrayendo a compradores de países vecinos, a pesar del impacto en el bolsillo de los argentinos.

Con respecto a las perspectivas para el cierre de este año y el comienzo del próximo, anticipó que las medidas tomadas para el aumento podrían haberse implementado estratégicamente para recomponer el margen de ganancia de las petroleras antes de fin de año. Además, mencionó la situación particular de YPF, que experimentó pérdidas en los primeros seis meses del año debido a una parada significativa para mantenimiento en un momento de alta demanda.

Finalmente, el presidente de la CESANE reflexionó sobre cuál sería un precio razonable para el litro de combustible, sugiriendo que históricamente ha estado en un dólar el litro de nafta Súper en Argentina en los últimos 30 años. Sin embargo, señaló que actualmente los precios están un 25 o 30% por debajo de los valores reales, atribuyendo esta discrepancia a la devaluación significativa del peso argentino.