“Por pertenecer al pueblo guaraní, este desafío implica una gran responsabilidad”


En diálogo con Radio TupaMbaé, Eliseo Chamorro, flamante Subsecretario de Revalorización Cultural de Misiones, habló acerca de su designación, y cómo se siente ante este nuevo desafió que implica representar a la cultura del pueblo mbya que conlleva “una gran responsabilidad sobre sus espaldas”, según manifestó el propio Eliseo a “La Creíble”.

 

En primer lugar, el Subsecretario de Revalorización Cultural de Misione comentó cómo se siente con el nombramiento. En este sentido indicó: “En primer lugar, estoy empezando con un desafío. Uno bastante importante, por pertenecer al pueblo guaraní, porque eso implica una responsabilidad que llevo en la espalda. Es un poco fuerte para mí”.

Seguidamente habló acerca de su vida. “Hace 5 años que soy Cacique en la comunidad de Ka’aguy Poty (Flor del Monte). Una de las comunidades que se encuentran en el Valle del Cuña Pirú. También tengo la responsabilidad que vengo cumpliendo en la escuela como hace 17 años”.

Respecto a cómo se dio su designación y el motivo de la misma, expresó: “Esto surge a partir de una charla familiar con alumnos integrantes de la comunidad. Todos me acompañan, y juntos tomamos la decisión de proponer una idea superadora que fue aceptada y por eso, estoy empezando con este desafío que no solamente es personal”.

“Creo que esto es un desafío que va a ser más comunitario, por la manera en que nosotros siempre vemos al grupo familiar”, agregó

En relación a cómo es la experiencia educativa en su comunidad, en el Valle del Cuña Pirú, mencionó: “La escuela es intercultural bilingüe y que por ahí fue ganando espacio, a través de la lucha, a través de poder ir ganando como pueblo, como comunidad. Es intercultural bilingüe y no hace mucho tiempo, fuimos integrando un espacio donde se pueda desarrollar clases referidas a la cultura, a la lengua, a nuestra visión”.

Además, contó: Tenemos en la escuela, el nivel inicial, primaria y secundaria en la comunidad. Somos más de 98 familias actualmente, superando las 600 personas”, añadió.

Sobre los docentes que vienen de afuera y que no son indígenas dijo que estos, tienen sus propias áreas como en todas las escuelas comunes. Asimismo, aclaró: “Lo especial que tenemos acá, es que hay docentes mbya que desarrollan sus clases en lengua y cultura mbya guaraní. Es un espacio que por ahí se busca volver a fortalecer, porque los niños actualmente perdieron un factor de transmisión de conocimiento que era al lado del fogón.

En este sentido detalló: “Porque en la mañana la enseñanza de los niños era de la siguiente manera: se levantaban, se despertaban, y se quedaban alrededor del fogón, porque ese era el espacio en donde se le enseñaba muchas cuestiones culturales. Ese espacio se fue perdiendo por el hecho que los niños hoy en día se levantan, se despierten y se van a la escuela”.

“Entonces se integró una persona de la comunidad para que pueda volver a reforzar dentro de la institución lo que es el conocimiento cultural mbya”, agregó.

 

La vida en la comunidad Ka’aguy Poty

Acerca de los mbya de la zona del Valle del Cuña Pirú,  Chamorro se refirió: “Cada tanto, nosotros como familias de la comunidad, nos juntamos en una asamblea en donde atendemos cuestiones internas. Vamos viendo temas de educación, de salud, organización interna, cuestión territorial, espiritual; todo lo que se pueda ir aprendiendo. Contamos con un lindo grupo de ancianas y ancianos que siempre están respaldándome en esto de seguir transmitiendo para que la cultura nunca muera”.

 

La vida productiva y cómo están las demás comunidades

Al respecto contó: “Nuestra cultura mbya como toda cultura, es dinámica, y va cambiando, va modificándose. Existen valores culturales que se mantienen y que son fuertes, pero algunas comunidades modifican su forma de ser, mientras que otras no. Por ejemplo, en Iguazú, es muy distinta la situación a lo que es la comunidad del Valle del Cuña Pirú. Entonces, dependiendo de la zona, hay comunidades que trabajan más con relación al turismo”.

“En esta zona, de Aristóbulo del Valle, nos dedicamos a la producción. En estos últimos tiempos, nos hemos enfocado en la producción de mandioca y las familias se van enganchando. Tenemos un lindo proyecto familiar y se van sumando. También empezamos a producir un poco de yerba para que siga habiendo muchas salidas para que las familias puedan tener otro tipo de ingreso”, explicó.

En lo que concierne a cómo piensa trabajar desde su nuevo rol, Eliseo Chamorro explicó a “La Creíble” que quiere ser “abrazado por su gente”. Esa es la forma que siempre vengo trabajando en la comunidad. Quiero abrazar la causa de las comunidades, del pueblo, porque hay cuestiones que hay que difundir y hay cuestiones que hay que seguir preservando como cultura. Eso es siempre lo que hay que tener en cuenta”.

“También me gustaría ir difundiendo a la sociedad y tratando de romper el preconcepto hacia las comunidades, pero hay cuestiones más relacionadas a la espiritualidad, porque hay cuestiones que hay que difundir y otras cuestiones que nuestros ancestros, nuestros abuelos sigue teniendo recelo de que la sociedad pueda estar”. Por este motivo, cuenta Eliseo, “la cultura Mbya sigue siendo de alguna manera misteriosa”.

“En estos últimos tiempos, hubo muchos cambios porque las familias fueron creciendo. Las cantidades que había hace 20 o 30 años atrás, hoy han cambiado. Actualmente superamos casi el doble de familias, de niños, de comunidades. En 1994 recuerdo que había solamente 40 comunidades, y hoy, superamos las 130 comunidades”, aseveró.

Ante el crecimiento poblacional y la aparición de las nuevas necesidades de la comunidad, Eliseo reflexionó: “Creo que hay cuestiones que hay que dejar bien en claro: La producción artesanal en las comunidades, se realiza en familia. Todo se hace en las casas y en la comunidad. Y esto no significa que se esté obligando a los niños, sino que es una forma cultural”.

“Creo que acá lo que hay que apuntar es de qué manera se puede modificar esto sin ofender a la familia”, analizó.

“Otra cuestión, tiene que ver con cómo son vistos nuestros niños mbya, cuando van a la ciudad, porque nos ven como raros. Creen que están pisando lugares que no les corresponde. Creo que eso, también es una forma de discriminación hacia las comunidades”, reveló.

En relación a estas cuestiones, el Subsecretario de Revalorización Cultural de Misiones, Eliseo Chamorro, declaró que prefiere trabajar en que “la sociedad vaya de a poco aceptando a la familia y a la comunidad. Y que, desde la comunidad, también tengamos la responsabilidad de crear esa posibilidad de ser aceptados, porque los tiempos han cambiado”.

Para finalizar recordó que “la base de la cultura mbya, es la espiritualidad y que se trata de mantener la espiritualidad que es la parte más importante. Porque un mbya también puede tener y adquirir conocimiento, puede tener un auto, en el que pueda movilizarse tranquilo; pero eso nunca hará que deje de ser mbya”

“Nosotros apuntamos también a la juventud, a que puedan salir a estudiar, a perfeccionarse también como persona. Únicamente, lo importante es, mantener la espiritualidad, que es lo que mi abuelo decía: ´acá lo que hay que tratar de mostrar a la sociedad, es nuestra espiritualidad´. Apuntamos más, a lo religioso, porque seguimos siendo invadidos en esa cuestión”, concluyó.