Pescadores de Misiones se preparan para la maratón de pesca embarcada de Pira Pytá


El Club Pira Pytá ya arrancó con la inscripción para las 20 Horas que se realizarán en octubre. Se podrá financiar en dos pagos el costo de la inscripción. El premio mayor será un tracker con un motor de 40 HP. La competencia se realizará el 12 y 13 de octubre.

Los pescadores de Misiones y la región ya pueden inscribirse para la 51ª Maratón Internacional de Pesca Variada Embarcada del Club Pira Pytá, el torneo de pesca deportiva con más historia en la provincia de Misiones. Desde la institución dijeron que en esta oportunidad los equipos estarán integrados por dos pescadores y el costo de la inscripción se fijó en 150.000 pesos.

La competencia deportiva nacida en la década del 60 pasó por diversos formatos hasta consolidarse como una maratón de pesca variada que atrae a pescadores de toda la provincia y de varios clubes paraguayos.

Este año, el torneo se realizará los días 12 y 13 de octubre y, si bien todavía se trabaja en la organización, es muy probable que la cancha de pesca sea similar a la que se emplea desde hace varios años: desde el puente internacional “San Roque González de Santa Cruz” hasta la zona de la desembocadura del arroyo Mártires, en la zona Oeste de Posadas.

Como ya es habitual, el premio mayor será una embarcación; en este caso, un tracker 540 con un motor de 40 HP. También se pondrán en juego otro motor fuera de borda de 5 HP, equipos de pesca y camping que serán sorteados durante el almuerzo de entrega de premios. La inversión total en premios supera los 18.000.000 de pesos, detallaron.

Los pescadores ya pueden inscribirse en la secretaría del Club, en avenida San Martín y Almafuerte. Hasta el 9 de septiembre, el costo es de 150.000 pesos y se podrá abonar en dos pagos. Los que opten por hacerlo desde el 10 de septiembre, abonarán 180.000 pesos.

El año pasado, la competencia fue ganada por Miguel “Choli” Schmalko y Diego Flach; mientras que en la edición 2022, el trofeo mayor viajó hasta Chascomús en manos de José Ferrari y su hijo Manuel.

Un poco de historia

El histórico dirigente del Pira Pytá y la pesca sudamericana, Miguel Brollo, recordó que la primera edición de las 20 Horas solo logró reunir 17 embarcaciones. Por ese entonces, la clasificación era individual y fue ganada por Carlos “Cacho” Pérez. En la segunda edición ya participaron 38 embarcaciones. Sin embargo, a las once de la noche se abatió un temporal sobre Posadas que determinó que el fiscal dispusiera su suspensión sin haberse cumplido la mitad de las horas de pesca. Lo anecdótico fue que algunos participantes no se enteraron de la medida hasta la mañana siguiente, cuando el fiscal apareció para informarlos. Cabe agregar que la cancha de pesca era muy extensa: iba desde la isla Sarandí, aguas arriba del club, hasta la Isla Perdida, aguas abajo. En sus orígenes, no se cobraba inscripción y no existían premios de valor pecuniario.

Brollo destacó que la idea original del Pira Pytá era hacer un torneo que tuviera una duración de 24 horas, pero los horarios que disponían los pescadores durante el fin de semana obligaron a bajar a 20 horas.

Las 20 Horas en su reglamento original eran muy simples y procuraban facilitar la pesca en el concurso a quienes no eran concurseros. Por un lado, el participante podía dedicarse exclusivamente a la pesca de una de las especies por las que se concursaba: pira pytá, dorado, pacú o cuero. En esta última, solo se computaban surubí, pira pará y manguruyú. En el caso de las especies de ley, el reglamento otorgaba 200 puntos por cada pira pytá -debía tener más de 60 centímetros-, y 100 puntos por cada una de las otras especies. El dorado debía medir como mínimo 70 centímetros, al igual que el surubí y el manguruyú. El pacú solo 40 centímetros. Además, se otorgaba un punto por kilo y fracción, recordó Brollo el año pasado.

Por otra parte, también se concursaba por una clasificación general en la que, además del puntaje por especie, se otorgaba un punto por pieza y un punto por kilo y fracción por fracción. Eran tiempos de una ganchera donde se exhibían los mejores ejemplares que se habían sacado. Todo eso cambiaría luego con la instauración de la pesca con devolución total. Primera Edición