El grupo Pelucas Solidarias celebra su segundo aniversario de trabajo voluntario, habiendo confeccionado y entregado más de 150 pelucas gratuitas para pacientes oncológicos, en su mayoría niñas y adolescentes. Este proyecto, que se ha convertido en una luz de esperanza para muchas personas en tratamiento, sigue creciendo gracias a la dedicación de un equipo de nueve mujeres comprometidas y el apoyo de la comunidad.
Para conmemorar esta significativa fecha, el grupo organizará un té solidario este sábado en la Colectividad Polaca de Oberá. El evento no solo será una oportunidad para recaudar fondos, sino también para celebrar la vida y la solidaridad que caracteriza a este proyecto. «Es un momento para agradecer a todos los que nos apoyan. Las entradas tienen un valor simbólico de 5.000 pesos, pero lo que buscamos es compartir y celebrar junto a quienes colaboran con nosotros», explicó Estela Gómez, fundadora y referente de Pelucas Solidarias.
Más que pelucas, un refugio de esperanza
El grupo confecciona pelucas para niñas y adolescentes, especialmente aquellas que enfrentan diagnósticos de leucemia. Sin embargo, también elaboran turbantes para personas mayores que prefieren otras alternativas. «Lo más gratificante es ver la sonrisa de las personas cuando reciben su peluca. Llegan tristes, pero se van con una gran sonrisa. Esa es nuestra mayor recompensa», expresó emocionada Gómez.
Además de su sede en Oberá, Pelucas Solidarias recibe pedidos de diversas localidades y provincias, como Corrientes y Tierra del Fuego. El miércoles pasado, el grupo realizó una charla informativa en el Hospital Samic de Oberá, en colaboración con el Nodo de Calidad y el Servicio de Oncología, con el fin de sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de colaborar con este tipo de iniciativas.
La urgencia de las donaciones
Para seguir adelante con su labor, Pelucas Solidarias necesita donaciones de cabello, especialmente de cabello virgen, que es el más adecuado para las pelucas destinadas a niñas. «Nos estamos quedando sin stock, y el cabello virgen es muy difícil de conseguir. Los cabellos teñidos los utilizamos más para adultos», señaló Gómez. Cada peluca requiere entre 400 y 450 gramos de cabello, y las donaciones deben tener un mínimo de 25 centímetros de largo. Los interesados en colaborar pueden acercarse los miércoles de 15 a 18 horas a la parroquia Santa Rita de Oberá.
Un proyecto que nació del amor
Pelucas Solidarias surgió hace dos años gracias a la colaboración entre Estela Gómez y Adriana Nakatsuka, quien lamentablemente falleció poco tiempo después de iniciar el proyecto. A pesar de este duro golpe, Gómez continuó confeccionando pelucas desde su casa, hasta que los pedidos comenzaron a aumentar. «Me vi desbordada y decidí presentar el proyecto en la parroquia Santa Rita, donde fue muy bien recibido», recordó Gómez. Desde entonces, el equipo ha fluctuado en tamaño, pero siempre ha contado con el apoyo incondicional de la comunidad.
El grupo, que trabaja sin ningún tipo de beneficio económico, se mantiene fiel a su misión de mejorar la calidad de vida de las personas en tratamiento oncológico. «Formamos parte de una red nacional de pelucas solidarias, lo que nos permite asistir a personas de todo el país. Por ejemplo, esta semana vamos a entregar una peluca a una niña, y si no le sirve la que tenemos, se la confeccionaremos en una semana», detalló Gómez.
Con un fuerte compromiso social y el corazón puesto en cada peluca que elaboran, Pelucas Solidarias seguirá creciendo y ayudando a quienes más lo necesitan. Con información de El Territorio y fotografía de Alexander Wereszczuk.