La comunidad de Oberá vivió una jornada de profundo dolor y recogimiento tras el trágico accidente ocurrido en el puente del arroyo Yazá, sobre la ruta nacional 14, a la altura de Campo Viera, que dejó un saldo de nueve personas fallecidas –en su mayoría jóvenes– y 28 heridos.
El obispo de Oberá, monseñor Damián Bitar, presidió una misa en la catedral San Antonio de Padua, donde se rezó por el eterno descanso de las víctimas y el consuelo de sus familias. “Pedimos a Jesús resucitado que abrace fuerte a quienes se encuentran internados, heridos física y emocionalmente”, expresó el prelado durante su homilía.
En un comunicado, el Obispado de Oberá manifestó su cercanía con las familias afectadas y elevó oraciones “para que Dios conforte a los seres queridos de las personas fallecidas y brinde fortaleza a quienes atraviesan este difícil momento”. Asimismo, agradeció “el servicio sacrificado” de bomberos, personal policial, médicos, enfermeros y equipos del Ministerio de Salud que trabajaron en el lugar de la tragedia.
“Que la fe y la esperanza sean un bálsamo para todos los afectados”, concluyó el mensaje diocesano.
Durante la celebración, monseñor Bitar también tuvo palabras de aliento para los jóvenes y las instituciones a las que pertenecían las víctimas: “Rezamos por sus compañeros de la Acción Católica, de la universidad, de la Facultad de Artes, de los clubes y de todos los espacios donde compartieron su vida breve, pero fecunda”.
El accidente, ocurrido alrededor de las 4:30 de la madrugada del 26 de octubre, se produjo cuando un colectivo de doble piso de la empresa Sol del Norte, que viajaba desde Oberá hacia Campo Viera, impactó contra un automóvil Ford Focus que circulaba en sentido contrario. Tras la colisión, el ómnibus cayó al cauce del arroyo Yazá, mientras que el vehículo menor quedó sobre la banquina.
La tragedia ha conmocionado a toda la provincia de Misiones, que acompaña en oración y solidaridad a las familias de las víctimas.