La Pastoral Diocesana de Adicciones de Oberá cerrará 2025 con el número de atenciones más alto desde su creación. A diez años de su apertura, el servicio ya asistió a 25.144 personas y abrió 1.475 historias clínicas de pacientes con consumos problemáticos. El dato que más alarma a los profesionales es la cantidad de consultas registradas en el último año: 3.914 hasta el 30 de noviembre, superando todos los registros previos.
El informe anual fue presentado luego de la misa de acción de gracias presidida por el obispo diocesano, monseñor Santiago Bitar, quien llamó a la comunidad a “no desamparar a quienes sufren adicciones”. Durante la ceremonia, recordó a las 12 personas que fallecieron este año mientras transitaban tratamiento. “Aquí vienen buscando, en el fondo, un abrazo que sane y les devuelva sentido”, expresó.
Crece la demanda y baja la edad de inicio
De las personas que llegan al Oasis de Misericordia —sede de la Pastoral, ubicada en avenida Sarmiento 645— el 70% son varones. Los consumos más habituales incluyen cocaína, marihuana, pasta base, “pedra” y alcohol, además de adicciones al cigarrillo, vapeadores y juego compulsivo.
Aunque la mayor parte de los pacientes tiene entre 20 y 60 años, el aumento de casos en la niñez encendió todas las alarmas. Se registran niños de 10 años en adelante, pero el caso más extremo es el de un menor de apenas 5 años. La cantidad de menores atendidos ya se equipara con la del grupo de mayor edad, un dato que refleja la temprana exposición a entornos de consumo.
Un abordaje integral y sostenido
El servicio funciona con tratamiento ambulatorio y seguimiento permanente. Incluye atención psicológica, psiquiátrica y clínica; intervención de trabajadores sociales, psicopedagogos y nutricionistas; controles toxicológicos aleatorios; talleres formativos y acompañamiento grupal a través de Narcóticos Anónimos. También se atiende a familiares y referentes.
Además, quienes interrumpieron la escolaridad tienen la posibilidad de finalizar estudios primarios y secundarios mediante el Sipted, modalidad flexible que funciona dentro del mismo espacio.
2025, el año de mayor impacto
Las 3.914 atenciones registradas hasta noviembre corresponden a 3.460 pacientes con consumos problemáticos y 454 acompañantes. La cifra supera los 3.415 casos de 2023 y los 3.230 de 2024, confirmando un incremento sostenido en la demanda.
“Son más de 25 mil consultas en diez años. Cuántos heridos por el consumo encontraron aquí un abrazo que libera”, destacó el obispo Bitar. Asimismo, pidió “poner en manos del Padre el camino recorrido y lo que aún falta por hacer”.
Polémica por un reclamo vecinal
En las últimas semanas, un video difundido por una comerciante vecina al Oasis de Misericordia generó controversia. En él, la mujer cuestionaba la presencia en la vereda de personas que asisten al servicio y manifestó su deseo de que la Pastoral sea trasladada fuera del casco céntrico. Su postura recibió algunas adhesiones, pero también fuertes críticas por el tono discriminatorio del mensaje.
El coordinador de la Pastoral, Dr. José Domingo Fabio, respondió reafirmando la misión del organismo. “Acá viene gente que necesita salir de un infierno”, expresó. Recordó que el centro es el único dispositivo especializado de la zona centro y que recibe pacientes derivados de San Javier, San Vicente, San Pedro y otras localidades. También acoge a personas privadas de libertad que buscan iniciar tratamiento.
“Las drogas no se toman vacaciones. No paramos en pandemia y menos vamos a parar ahora”, señaló Fabio, quien destacó el trabajo del plantel interdisciplinario y de los voluntarios. “Estamos serenos, con la alegría interior de saber que estamos en el camino correcto.”
Asistencia alimentaria y proyecto de ampliación
Paralelamente a la atención terapéutica, la Pastoral brinda desayuno y un plato de comida caliente al mediodía a personas en situación de calle. El desayuno es donado por comercios y empresas locales, mientras que el almuerzo es provisto por la cocina centralizada de la Municipalidad de Oberá. La sede cuenta con sanitarios con duchas y un espacio techado para el servicio, y se encuentra en marcha un proyecto de ampliación.
A una década de su creación, la Pastoral Diocesana de Adicciones se consolida como un actor central en la respuesta a la problemática del consumo en la región. Las cifras de 2025 confirman una tendencia preocupante: más personas piden ayuda y a edades cada vez más tempranas, en un contexto donde la demanda supera cualquier previsión inicial.

