Tras la aprobación en la Cámara de Senadores de la Ley Bases, una jornada que se esperaba de debate legislativo se transformó en escenas caóticas y violentas en los alrededores del Congreso de la Nación Argentina.
La sesión en la Cámara del Senado culminó con un empate de 36-36 votos, siendo Victoria Villarruel, titular de la Cámara alta, quien definió a favor de la norma. “Por esos argentinos que sufren, que no quieren ver a sus hijos irse del país, mi voto es afirmativo”, declaró Villarruel al finalizar su discurso.
Sin embargo, fuera del recinto legislativo, la situación tomó un giro tumultuoso. Activistas, entre los que se encontraban organizaciones sociales, piqueteras, de izquierda, peronistas, de derechos humanos, asambleas barriales y sindicatos, se manifestaron en contra de la Ley Bases. La protesta inicialmente pacífica con cacerolazos se volvió violenta al conocerse el resultado de la votación, desencadenando enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Los incidentes incluyeron la destrucción de vehículos y múltiples heridos entre los efectivos policiales. Según reportes, cinco efectivos, incluyendo policías y gendarmes, sufrieron heridas considerables y fueron trasladados al hospital Churruca para recibir atención médica. Además, se registraron al menos dos vehículos incendiados y varios más vandalizados en las calles adyacentes a la Plaza de los Dos Congresos.
La policía respondió con balas de goma, gases lacrimógenos y camiones hidrantes para dispersar a los manifestantes, quienes arrojaron piedras, botellas y bombas molotov contra el vallado de seguridad dispuesto en los alrededores del Congreso. La violencia alcanzó su punto álgido durante la tarde y continuó hasta la noche, cuando finalmente las fuerzas de seguridad lograron controlar la situación y dispersar a los grupos violentos.
Durante los disturbios, se detuvo a 27 personas, incluyendo a un individuo encontrado en posesión de una granada de gas. El gobierno nacional, a través de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, expresó su satisfacción con el desempeño de las fuerzas de seguridad y advirtió que se haría justicia por los daños ocasionados.
Por su parte, el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, también condenó los disturbios y aseguró que la justicia local iniciaría acciones penales contra los responsables. Mientras tanto, los manifestantes permanecieron en las inmediaciones del Congreso, demostrando su rechazo a la Ley Bases y su determinación por influir en el resultado legislativo.
El Comité Nacional para la prevención de la Tortura criticó el uso de la fuerza pública durante los enfrentamientos, denunciando un “uso desproporcionado y arbitrario” que causó lesiones a varios manifestantes. TN