El Gobierno anunció un nuevo esquema monetario para el segundo semestre que incluye la implementación de la Letra de Regulación Monetaria (LRM) con un interés variable indexado a la tasa de referencia del Banco Central (BCRA). Esta medida busca reducir la deuda del BCRA al traspasar estos pasivos al Tesoro, preparando el terreno para una eventual salida del cepo cambiario y la competencia de monedas.
Durante una conferencia de prensa, los funcionarios explicaron que esta fase no tiene plazos definidos. A partir del lunes, comenzarán las negociaciones técnicas entre la autoridad monetaria y los bancos, quienes son los principales tenedores de los pases, para implementar la nueva LRM. Este instrumento, administrado por el BCRA, servirá para esterilizar pesos y así reducir la base monetaria.
El proceso ya había comenzado de manera paulatina mediante licitaciones de Lecap con tasas más convenientes para los bancos. Sin embargo, ahora se acelerará con la nueva LRM, la cual pagará un cupón variable atado a la tasa de referencia, actualmente en 40% nominal anual. Aunque esta letra impactará en el balance del Tesoro, será administrada por el BCRA, esterilizando pesos y dejando el excedente en la cuenta corriente del Ministerio de Economía en el BCRA.
El objetivo es que la responsabilidad del exceso monetario regrese al Tesoro, ya que surgió como un instrumento para financiar el déficit fiscal. Para garantizar la capacidad de repago, el Tesoro deberá asegurar un ajuste fiscal continuo, ya que su solvencia dependerá del superávit. Según estimaciones oficiales, se requerirá un financiamiento adicional del 0,3% del PBI debido a los intereses traspasados al Tesoro, unos USD 1.800 millones.
El refuerzo recaudatorio provendrá principalmente de Ganancias y del blanqueo de capitales, que sobrevivió al rechazo del Senado y podría aportar también un 0,3% del PBI. Se espera que el grueso de la recaudación llegue entre agosto y septiembre.
Un analista económico destacó que esta nueva etapa implica tasas de interés reales positivas y que el BCRA y el Tesoro actuarán de forma coordinada sobre las tasas. La velocidad con que se resuelva esta segunda fase determinará el momento en que se pueda avanzar hacia la tercera, que incluirá la salida del cepo cambiario y la puesta en marcha de un régimen monetario de competencia de monedas.
El presidente del BCRA, Santiago Bausili, y el ministro de Economía, Luis Caputo, han tenido idas y vueltas con el FMI sobre el papel del Banco Central y el uso del dólar para pagar impuestos. Aunque el FMI y el presidente Javier Milei tienen opiniones diferentes, el Gobierno busca un orden macroeconómico antes de unificar el mercado cambiario.
Caputo explicó que el Gobierno tiene como objetivo cerrar tres “canillas” de emisión de pesos antes de unificar el mercado cambiario: la primera es la emisión para cubrir el déficit fiscal; la segunda es la deuda del BCRA y sus intereses; y la tercera, que no se cerrará, es la emisión para la compra de divisas por parte del Tesoro para pagar intereses de deuda en moneda extranjera, una cuenta que aumentará a partir de 2025. Infobae