El abanico de posibilidades que presentamos a un niño determina qué tipo de universo construimos. Despertar cualidades emocionales como la empatía, sentimiento de justicia, equidad, comunidad, creatividad son algunas cuestiones que primero se esbozan como parte de esta edificación. Y aunque la educación familiar y tradicional están en el primer escalón, las artes son fundamentales a la hora de afianzar plenamente estos conceptos.
«Pienso que para un niño constituye un acto fundacional participar en un encuentro creativo y ser parte de experiencias artísticas de calidad y esto es absolutamente una tarea de los adultos. Tanto desde el lado de la producción (artistas, Estado), como de los mediadores a la hora de propiciar o no esas experiencias, la familia, la escuela, políticas públicas», definió Gricelda Rinaldi, que una vez más afronta la titánica tarea de desplegar una propuesta centrada en las infancias.
«Las artes en general, y las artes escénicas en particular, deberían estar preparadas para acoger a ‘los nuevos’, muchas veces no escuchados e ignorados. Los niños y niñas que espectan son, o deberían ser, nuestros grandes invitados, con quienes vamos a compartir una experiencia preciosa, de conexión, que nos sorprenda, nos emocione y modifique», agregó sobre la importancia de potenciar con calidad las ofertas infantiles.
Con esta visión de que las artes dejan una huella invalorable especialmente en las primeras infancias, es que el festival Kunumi vuelve en una segunda edición, del 12 al 17 de noviembre.
Citando a Rainer María Rilke: «La patria es la Infancia», el festival despliega diversas disciplinas: teatro, narración oral escénica, música, clown, instalaciones y más, todas centradas en las particularidades de sus pequeños espectadores.
«En estos tiempos tremendos de marginalidad y expulsión, somos los artistas los que debemos propiciar a los niños y niñas espacios de belleza, sentido de pertenencia y conexión con un espíritu generoso y empático, para tener la sensación de que nosotros importamos, que los demás importan, que lo que estamos explorando juntos, importa», marcó Rinaldi.
Junto a Rinaldi, Nora Lía Sormani y Rodrigo Ures, llevan adelante el grupo Kunumi desde el 2019 y una de sus acciones principales es el festival que ya se desarrolló en la provincia el año pasado, marcando un hito en el país.
¿Cómo es encarar una nueva edición del festival este año?
Ha sido un año muy complejo…pero es importante resaltar que seguimos apostando a la idea de ese antiguo lema africano ‘que para criar a un niño o una niña, se necesita de toda la tribu’. Afortunadamente hemos propiciado una red que sostiene, una vez más, de diferentes maneras a este festival, gracias a la cual será posible realizarlo.
El festival es organizado por el grupo Ton y Son, y el grupo Kunumi, en la Fundación Prosperitá. A su vez, esta nueva edición será posible gracias al apoyo del Instituto Nacional de Teatro, el Parque del Conocimiento, el Iplyc y el Ministerio de Cultura de Misiones. Este año, realizaremos la primera extensión del festival que se realizará en Puerto Rico, auspiciada por la Fundación Arcor y la Municipalidad de Puerto Rico. Además, la Escuela de Espectadores, Línea Infancias es parte constitutiva de este evento, aportando su línea de investigación y conversatorios al finalizar las funciones.
¿Hay actualmente una reflexión en las artes sobre cómo hablarle a los niños, cómo abordar las historias que contamos, qué posibilidades le brindamos a través de los discursos que elegimos?
Desde mi mirada, es un panorama en permanente construcción y debate que debe ser revisado permanentemente, en tanto que los atributos otorgados adultocéntricamente se vuelven hegemónicos en su configuración social.
Es importante decodificar los discursos adultos para y sobre las infancias ya que son formativos. Por lo tanto, es emergente un cambio de paradigma adultocéntrico en el abordaje de productos culturales para las infancias, entre ellos las artes escénicas. Parafraseando a Graciela Montes, pienso que estamos siempre en el bamboleo incesante, entre proteger y disfrutar, sin aprisionar ni usufructuar. Porque de lo que se trata es de ‘mirar desde el adulto y luego, enseguida, mirar desde el niño en un ida y vuelta constante, bamboleándose entre el control y el goce’.
Es clave la revisión de la relación entre producciones para las infancias y estrategias de mercado. El rótulo de artes escénicas para primeras infancias está dentro del mercado, y entonces, lamentablemente, presupone temas, estéticas, estrategias y estilos que terminan por construir la obra desde fórmulas efectistas, ya probadas, sobre lo que suponemos que la primera infancia es, con un desconocimiento total del campo. Si bien producir a partir de una imagen de las infancias es inevitable, es importante la formación en ese campo y reconocer la participación concreta y activa de niños y niñas en las configuraciones discursivas que se proponen. De allí, la importancia de nuestra propuesta de escuela de espectadores como modo de poner en valor las miradas de ese universo expectante.
Como plantean desde Kunumi, El arte no sólo se disfruta, enseña, transforma, emociona y por eso, para construir una sociedad mejor, es inevitable darle buenas herramientas a niños, niñas, para que aprenden acerca de ellos mismos y del mundo, también a través del juego y las artes.
Para los más pequeños
El festival irá del 12 al 17 de noviembre con una variada grilla que incluye propuestas locales e invitadas de gran calibre y en distintas sedes de Posadas. Este año se suma Puerto Rico como subsede. Más info se irá subiendo a Instagram @kunumi.infancias