Este miércoles, el obispo de la diócesis de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, inauguró su ciclo 2025 en Radio Tupa Mbae, donde cada semana abordará temas pastorales y de reflexión sobre la realidad social. En su primera intervención, el prelado se refirió a la problemática de la inseguridad juvenil y la discusión sobre la baja de la edad de imputabilidad en Argentina.
«No se trata de bajar la edad de imputabilidad, sino de asumir cambios profundos», sostuvo Martínez, citando el documento Más Oportunidades que Penas de la Comisión Episcopal de Pastoral Social. Enfatizó que la solución no pasa por criminalizar a los jóvenes, sino por atender las causas estructurales de la pobreza y la exclusión. «Muchos dicen que la solución fácil es meter presos a los menores, pero no se piensa en las condiciones de vida que enfrentan. La marginalidad crece, y con ella los problemas de desnutrición, falta de educación y la expansión de la droga», advirtió.
El obispo también abordó la creciente desigualdad social en el país: «Siempre que puedo lo menciono en mis homilías. La brecha entre quienes tienen más y quienes tienen menos es cada vez mayor, y eso genera consecuencias graves. La tecnología, por ejemplo, es un gran bien, pero también amplía las diferencias: los sectores más ricos acceden a herramientas que los pobres no pueden ni imaginar».
Sobre la situación económica, Martínez insistió en que «el tema económico debe pensarse en su totalidad. No sirve que los números de la macroeconomía cierren si la gente está peor». En este sentido, llamó a fortalecer la inclusión social y atender problemáticas como la desnutrición infantil: «Es un circuito de pobreza. Padres deteriorados por la miseria tienen hijos en la misma situación. Hay que generar respuestas concretas».
El obispo también expresó su preocupación por el posible cierre del Hogar Santa Teresita, que alberga a niños en situación de vulnerabilidad. «Si no hay fondos, que se cierre, dicen algunos. Pero ahí hay criaturas. Esa mirada es salvaje. La economía debe contemplar la solidaridad. Un sistema donde los que más tienen, acumulan a costa de los que menos tienen, genera violencia», señaló.
Además, celebró la reciente inauguración del Instituto Nuestra Señora de Luján en Garupá, una institución educativa católica destinada a brindar oportunidades a los jóvenes de la zona. «Es un hecho cargado de esperanza. Apenas se anunció la apertura, en el primer día se inscribieron 20 alumnos en el nivel secundario», destacó.
Asimismo, Martínez reflexionó sobre la importancia del diálogo en la sociedad argentina para abordar los problemas sociales, subrayando que solo un intercambio maduro y participativo podrá superar los desafíos que enfrenta el país. «Un diálogo solitario y cerrado conduce al fracaso, y eso es lo que debemos evitar», afirmó, destacando la necesidad de una comunicación abierta y colaborativa.
En relación con la salud del Papa Francisco, monseñor resaltó su fortaleza durante el proceso de recuperación tras un complicado problema respiratorio. «El Papa sigue adelante con su misión, con plena lucidez, a pesar de las dificultades», comentó, agradeciendo las oraciones de los fieles que acompañan al Pontífice en este tiempo.
Año Jubilar
Respecto al Año Jubilar en la diócesis, monseñor hizo una invitación especial a la comunidad. En este contexto, recordó que el 28 y 29 de marzo se llevará a cabo una jornada de adoración en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, en Miguel Lanús. «Es un año jubilar, porque estamos en el año 2025, entonces la Iglesia siempre celebra como un año jubilar, un año de misericordia, de gracia», destacó. La jornada comenzará el viernes 28 de marzo a las 20 horas con una misa y finalizará el sábado 29 a la misma hora, también con una misa. Durante ese período, se llevará a cabo una adoración permanente como parte de la celebración jubilar.
Para finalizar, el obispo Martínez invitó a la comunidad a unirse a esta experiencia de fe, señalando que la parroquia Sagrado Corazón será uno de los lugares que vivirá este gesto jubilar. «Es una oportunidad especial para rezar juntos, especialmente en tiempos de gracia como este. Todos estamos invitados a participar, incluso si solo es por un momento en la parroquia de Miguel Lanús», concluyó, haciendo un llamado a la misericordia y la unidad.