“No podemos ser cristianos indiferentes”: Mons. Martínez llama a la esperanza y la compasión en la XXIII Peregrinación a Loreto


En un emotivo encuentro de fe, miles de fieles participaron de la XXIII Peregrinación al Santuario de Loreto, donde el obispo de la Diócesis de Posadas, Monseñor Juan Rubén Martínez, presidió la Misa Central a las 9:00. En su homilía, el prelado destacó la importancia de la memoria histórica, la misión evangelizadora y el llamado urgente a vivir con amor y compasión en tiempos de individualismo e indiferencia.

 

Monseñor Martínez comenzó agradeciendo a los medios de comunicación por su papel en permitir que quienes no pudieron estar presentes, por diversas dificultades, pudieran unirse a la celebración desde la distancia. “Estamos en Loreto, un lugar emblemático que nos recuerda la memoria de nuestros pueblos y la evangelización de siglos pasados”, expresó.

El obispo también subrayó el legado de los Santos Mártires, San Roque González, San Juan del Castillo y San Alonso Rodríguez, cuya obra evangelizadora enfrentó numerosos desafíos, pero nunca se detuvo gracias a su profunda fe y esperanza. “Tuvieron cruces, enfermedades, frustraciones, pero también la pasión y la compasión que los movía a seguir adelante”, señaló.

Un llamado a amar con compasión

En un contexto actual marcado por el individualismo, Monseñor Martínez instó a los presentes a vivir como una Iglesia samaritana y misionera, capaz de abrazar y amar al prójimo. “Nuestra época necesita de cristianos que amen con compasión, porque el virus del individualismo y la indiferencia no es cristiano. El verdadero discípulo de Jesús ama y tiene compasión”, afirmó.

Asimismo, el obispo recordó que la esperanza cristiana no es pasiva, sino activa, y que esta debe ser el motor para enfrentar las dificultades cotidianas. “La mayor pobreza es la desesperanza, pero Cristo nos invita a cargar la cruz de cada día y a seguirlo. No estamos llamados a la comodidad, sino al compromiso de amar y transformar la realidad”, reflexionó.

María, modelo de esperanza

Al concluir su mensaje, Monseñor Martínez destacó la figura de la Virgen María como ejemplo de esperanza. “Al pie de la cruz, ella fue la mujer de la esperanza. Hoy le pedimos a María de Loreto que nos acompañe para ser portadores de una esperanza que ame y dé vida”, expresó.

La peregrinación se consolidó, una vez más, como un espacio de encuentro y renovación espiritual para la comunidad diocesana, que reafirmó su compromiso de vivir como cristianos solidarios, unidos y llenos de esperanza.