El Gobierno nacional ratificó la quita de facultades y el Instituto Nacional de la Yerba Mate sólo podrá verificar calidad. Preocupación en Misiones por la concentración del sector. Productores advierten un escenario crítico para los pequeños yerbateros.
El Gobierno nacional volvió a avanzar en la desregulación del mercado yerbatero y recortó nuevas atribuciones al Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym), organismo creado en 2002 para ordenar la actividad y fijar precios. Mediante el decreto 812, firmado por el presidente Javier Milei, se modificó el artículo 8 del decreto 1240/2002, impidiendo al instituto dictar cualquier medida que afecte la competencia.
En línea con esta reforma, Nación eliminó además las facultades del organismo para fijar el precio que reciben los productores por la materia prima. La decisión —justificada en la “defensa de la competencia” y la desregulación promovida por el DNU 70/2023— redefine el rol del instituto, que quedará limitado a tareas de verificación de calidad.
“Las modificaciones tienen tres ejes: la derogación de las facultades de intervención económica, la prohibición de distorsionar los valores de mercado y la adecuación normativa”, señalaron desde el Ministerio de Agricultura.
El artículo reformado anteriormente establecía que el Inym debía adoptar medidas para equilibrar la oferta y la demanda. En su nueva versión, se prohíbe expresamente al organismo dictar normas o intervenciones que distorsionen precios, generen barreras de entrada o interfieran con la libre iniciativa privada en la producción y comercialización de yerba mate.
Preocupación en Misiones
El gobernador de Misiones, Hugo Passalacqua, reiteró su preocupación ante lo que considera un riesgo creciente de concentración en el sector. “Nos sentimos en la obligación de reiterar nuestro llamado de atención sobre los riesgos de mayor concentración”, afirmó, al tiempo que remarcó la importancia de “cuidar a toda la familia yerbatera: productores, tareferos, cooperativas e industrias”.
El mandatario advirtió que solo un mercado equilibrado garantiza condiciones justas para todos los actores y alertó sobre los efectos de políticas que favorecen la acumulación de poder en pocas manos.
Un sector sensible y en alerta
La yerba mate es uno de los motores económicos y culturales de Misiones, de la que dependen miles de familias. Por ello, cada modificación normativa genera inquietud en el sector. Desde el DNU 70/23 —que ya había despojado al Inym de la potestad de fijar precios— productores e industriales observan con preocupación el rumbo de la política nacional.
El nuevo decreto, publicado ayer en el Boletín Oficial, establece que el Inym tendrá 30 días para adecuar su normativa interna a los cambios. También deroga los artículos 9, 11 y del 12 al 19 del decreto original, que le otorgaban atribuciones para limitar plantaciones y establecer precios, entre otras herramientas de regulación.
Voces de la producción
Productores misioneros señalaron que la medida profundiza la vulnerabilidad del sector primario. Ángel Ozeñuk, de San Vicente, afirmó que aún esperan señales políticas tras el recambio de autoridades: “Hay que ver cómo sigue todo. Todavía se puede pelear si hay voluntad política. Nuestra provincia tiene que hacer algo, no puede ir contra los productores misioneros”.
Desde la Asociación de Plantadores del Nordeste Argentino (Apnea), Ramón Rodríguez advirtió que la nueva normativa amplía aún más la desregulación iniciada en 2023. “No podremos dictar normas o intervenciones. Aún no se sabe del todo qué normativas se verán afectadas. Es amplio”, sostuvo.
Rodríguez describió además un contexto económico adverso: altas tasas bancarias, empresas con cheques sin fondos y un mercado regido por oferta y demanda. “El sector cooperativo es hoy el que mejor paga, pero no se sabe hasta cuándo podrá sostenerlo”, alertó.
Pese a que existen buenas perspectivas de exportación, señaló que los beneficios no llegan a los sectores más golpeados. “Si no trabajamos unidos, va a ser difícil. La yerba es una familia y debe incluir a todos”, concluyó.
Un “golpe durísimo”, dicen los fundadores del Inym
Hugo Sand, presidente de la Asociación de Productores Agropecuarios de Misiones (Apam) y uno de los fundadores del Inym, calificó la medida como “un golpe durísimo a la actividad yerbatera primaria”. Aseguró que la desregulación favorece a las grandes empresas y deja “críticos y sin herramientas” a los pequeños productores.
Sand también recordó que el Gobierno debía designar un presidente para el organismo —actualmente acéfalo— y no lo hizo, lo que, según afirmó, contribuyó al deterioro acelerado del sector.
Mientras el Inym encara un proceso de readecuación a contrarreloj, el futuro de miles de pequeños productores se vuelve cada vez más incierto en un mercado cada vez más liberalizado y altamente competitivo.

