En un movimiento destinado a reequilibrar las finanzas viales, el gobierno nacional de Argentina ha anunciado un aumento significativo en las tarifas de peaje para las rutas nacionales. A partir de abril, los conductores argentinos enfrentarán un ajuste del 200% en los precios, con el costo para automóviles aumentando de $300 a $900. Asimismo, los camiones de mayor tamaño, que actualmente pagan $1500, deberán abonar $6000 para continuar su viaje.
El cambio tarifario fue solicitado por la empresa estatal Corredores Viales, responsable de la administración de las rutas que previamente fueron concesionadas y luego revertidas al Estado. Esta medida, que afectará a diez corredores viales troncales, incluida la autopista Ezeiza-Cañuelas, busca mejorar la situación financiera de la empresa estatal, que ha heredado una carga de trabajo significativa tras la rescisión de contratos de Participación Público Privada (PPP) durante la administración anterior.
La propuesta incluye la implementación de una fórmula de actualización mensual basada en índices de salarios e inflación, similar a la utilizada en el sector eléctrico. Se espera que esta medida proporcione una mayor estabilidad financiera a largo plazo.
José Luis Acevedo, recientemente nombrado presidente de Corredores Viales, está liderando los esfuerzos para estabilizar la empresa. Sin embargo, se enfrenta a desafíos significativos, incluida la necesidad de revisar contratos con proveedores de servicios y la introducción de sistemas de cobro digitales, que han enfrentado resistencia por parte de los sindicatos.
Se espera que el aumento de tarifas sea el primer paso en un proceso de reestructuración más amplio, destinado a garantizar la viabilidad financiera a largo plazo de las operaciones viales del gobierno.