El artista británico falleció el martes rodeado por sus seres queridos. Días atrás, había ofrecido una emotiva presentación junto a sus históricos compañeros en Birmingham.
Ozzy Osbourne, una de las figuras más influyentes del heavy metal y voz emblemática de Black Sabbath, murió este martes a los 76 años. La noticia fue confirmada por su familia a través de un comunicado difundido en sus redes sociales oficiales.
“Con más tristeza de la que las palabras pueden transmitir, tenemos que informar que nuestro querido Ozzy Osbourne falleció esta mañana. Estaba con su familia y rodeado de amor”, expresaron.
La partida del músico británico se produjo pocas semanas después de lo que resultó ser su última aparición en vivo. A comienzos de julio, subió al escenario en Villa Park, su ciudad natal Birmingham, junto a sus históricos compañeros de banda —Geezer Butler, Tony Iommi y Bill Ward— para interpretar cinco canciones. Aquella noche, pensada como un homenaje, quedará como el cierre definitivo de una trayectoria que marcó a generaciones.
Un pionero del metal
John Michael Osbourne nació el 3 de diciembre de 1948 en Aston, un barrio obrero de Birmingham. Abandonó la escuela a los 15 años y trabajó en distintos oficios hasta que decidió volcarse de lleno a la música, inspirado por la explosión de los Beatles.
En 1967, formó su primer grupo junto a Geezer Butler. Poco después se unirían Tony Iommi y Bill Ward para dar vida a Polka Tulk Blues, formación que luego adoptaría el nombre de Black Sabbath. Con el lanzamiento de su álbum debut en 1970, el grupo definió el sonido del heavy metal y construyó una estética oscura que influenciaría a cientos de bandas en las décadas siguientes.
Canciones como Paranoid, Iron Man y War Pigs catapultaron a Black Sabbath a la fama tanto en Reino Unido como en Estados Unidos. Sin embargo, el ascenso también estuvo marcado por conflictos internos y el abuso de sustancias, lo que llevó a la salida de Osbourne en 1979.
Carrera solista y reconocimiento global
Tras su desvinculación de la banda, comenzó una nueva etapa junto a Sharon Arden, quien se convirtió en su representante y más tarde en su esposa. En 1980 lanzó Blizzard of Ozz, su primer disco como solista, que incluía clásicos como Crazy Train y Mr. Crowley. El éxito fue inmediato y lo consolidó como una figura central del género, más allá de su historia con Black Sabbath.
A lo largo de su carrera publicó más de una decena de álbumes de estudio, encabezó giras por todo el mundo y creó Ozzfest, un festival que reunió a grandes exponentes del metal. En 1999 se reencontró con la banda que lo consagró, y en 2013 ganaron un Grammy por la canción God Is Dead?, incluida en el álbum 13.
En 2002, Osbourne amplió su popularidad al protagonizar junto a su familia el reality The Osbournes, emitido por MTV. El programa, que mostraba su vida cotidiana con un tono humorístico y descontracturado, se convirtió en un fenómeno televisivo y acercó su figura a nuevas generaciones.
Salud, retiro y legado
En 2020, el artista reveló públicamente que padecía párkinson, diagnóstico que lo obligó a reducir sus actividades públicas. Su estado de salud fue deteriorándose con el tiempo, lo que lo llevó a cancelar varias presentaciones en los últimos años.
Su última actuación se dio a comienzos de este mes, en Birmingham, donde compartió el escenario por última vez con los miembros originales de Black Sabbath. Aunque no fue anunciada como una despedida formal, aquella noche quedó en la memoria de los fanáticos como el cierre simbólico de una carrera única.
Una vida marcada por la música y el amor familiar
Más allá del escenario, Ozzy construyó una familia con Sharon Osbourne, con quien se casó en 1982 y tuvo tres hijos: Aimee, Kelly y Jack. A lo largo de los años, Sharon fue un sostén fundamental, acompañándolo en su recuperación de las adicciones, en sus desafíos de salud y en cada etapa de su carrera.
El mundo de la música despide a un artista que transformó la historia del rock. Su voz inconfundible, su actitud desafiante y su influencia cultural lo convirtieron en un ícono global. A lo largo de cinco décadas, dejó un legado que seguirá sonando en los escenarios del mundo y en el recuerdo de millones de fanáticos.